En lugares alejados de cualquier iluminación artificial, todas las noches despejadas (aunque mejor en invierno para nuestra latitud) puede verse una banda de aspecto "lechoso" cruzando el cielo: La Vía Láctea. A través del telescopio, podemos ver que esta banda de luz difusa está en realidad formada por infinidad de estrellas débiles.

A comienzos del siglo XX pudo establecerse que la Vía Láctea es una galaxia espiral, semejante a otras (como M31, la gran espiral de Andrómeda). Está compuesta por un disco de estrellas jóvenes, entre las que se encuentra el Sol, con las más jóvenes y brillantes dispuestas a lo largo de una enorme espiral, y un abultamiento central y un halo esférico compuestos por estrellas más viejas y débiles. Es justamente la zona más densa del disco de estrellas, "visto desde adentro", lo que forma la banda de luz que vemos en el cielo, y de allí que el nombre de Vía Láctea se use para designar a toda nuestra Galaxia.

El mapa de la Fig. 1 fue dibujado en los años 50 usando las posiciones de 7000 estrellas individuales (Observatorio de Lund, Suecia). Las zonas oscuras superpuestas a la gran banda brillante no son "huecos" en la distribución de estrellas, sino enormes nubes de polvo (algo así como el "humo" de las estrellas) que tapan la luz de las estrellas que hay detrás. (Cliqueá sobre la imagen para verla de mayor tamaño).

Esto puede verse con más detalle en la Fig. 2, que es una foto (retocada con computadora) de la parte central del disco de la Vía Láctea. Se destacan el abultamiento de estrellas viejas (amarillas), el disco de estrellas jóvenes (azules), las nubes de polvo oscuro y nebulosas gaseosas (azules y rojas). (Cliqueá sobre la imagen para verla de mayor tamaño).

La gran cantidad de polvo, al tapar la luz de las estrellas que hay detrás, impide conocer toda nuestra Galaxia usando telescopios convencionales. Afortunadamente, la luz infrarroja (que también emiten las estrellas y nebulosas) puede atravesar más fácilmente las nubes de polvo, por lo que los telescopios infrarrojos son ideales para estudiar lo que hay detrás. Sin embargo, nuestra atmósfera bloquea gran parte de la luz infrarroja, por lo que, en años recientes, se lanzaron telescopios infrarrojos a bordo de satélites artificiales que permitieron mapear toda nuestra Galaxia. La Fig. 3 muestra un mapa infrarrojo de la Vía Láctea realizado por el satélite COBE. Aquí las estrellas se muestran en blanco, y las nubes de polvo en amarillo.

Datos:

La Vía Láctea contiene unas 200.000.000.000 (doscientos mil millones) de estrellas. Su diámetro es de 100.000 años-luz aproximadamente, con el Sol ubicado a 30.000 años-luz del centro. En el halo de la Vía Láctea hay unos 150 cúmulos globulares, que son grupos de algunos cientos de miles de estrellas. Los cúmulos globulares, al igual que las estrellas más viejas, se formaron hace unos diez mil millones de años. El Sol es una estrella de edad mediana, formada hace unos cinco mil millones de años, como la mayoría de las estrellas del disco. Las estrellas más jóvenes, en los brazos espirales, tienen unos pocos millones de años, y en algunas nebulosas se siguen formando estrellas actualmente.

Dr. Sergio Cellone

Si querés ver más imágenes de galaxias, buscá en nuestra página de links educativos (imágenes astronómicas). O podés obtener algunas rápidamente en http://www.ast.cam.ac.uk/HST/gals.html

Respecto a agujeros negros, sugerimos leer ¿Existen los agujeros negros ...? (Por Lic. Pablo Ostrov)
también un agujero negro muy particular en nuestra galaxia (nota realizada al Dr. Felix Mirabel)