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Categoría: Astronomía --> Sistema Solar
pregunta formulada en la web por: Martin Mazzoni (jlmmazzoni@hotmail.com) el Sábado, Agosto 2, 2003 a las 18:48:10
Pregunta: Por medio de la simple observación,cómo nos explicamos la traslación de la tierra alrededor del sol y el sentido en que lo hace?

Muy buena pregunta, ya que nos remite a un problema básico de la Astronomía, que sin embargo es poco y mal conocido por el público en general.

La rotación de la Tierra sobre su eje se hace evidente con el "movimiento diurno" de los astros, es decir, el movimiento aparente de los astros en el cielo, de este a oeste, completando una vuelta en unas 24 hs. Si bien el Sol es el astro que más asociamos con este movimiento diurno, todos los demás astros (estrellas, Luna, planetas, etc) también participan de un movimiento similar, que se llama "diurno" porque tiene un período de 1 día (no quiere decir que suceda sólo de día: de noche las estrellas también participan de este movimiento).

Pero el Sol presenta además otro movimiento aparente a través del cielo, aunque mucho más lento (1 vuelta en 365 días y cuarto) y en sentido contrario: de OESTE a ESTE. Esta lentitud es la culpable de que este "movimiento anual" sea difícil de notar en la vida diaria. Sin embargo, ya los antiguos egipcios notaron que, además del movimiento diurno, el Sol se iba desplazando lentamente entre las estrellas de oeste a este; el tiempo demandado para completar una vuelta a toda la esfera celeste (es decir, para volver a pasar delante de la misma estrella) es justamente la definición de 1 año.

Quizás la mejor forma para visualizar este movimiento es la siguiente: si salimos a mirar el cielo estrellado una noche de invierno, nos encontraremos con la constelación del Escorpión, pero no veremos a "Las Tres Marías" (que son parte de la constelación de Orión). En esta época, el Sol está "pasando por delante" de Tauro y su vecina Orión, por eso esas constelaciones están sobre el horizonte sólo durante el día, cuando la luz solar nos impide ver estrellas. En verano, seis meses después, el Sol habrá recorrido 180 grados sobre la esfera celeste, y estará transitando frente al Escorpión; por eso éste no será visible y las Tres Marías se verán toda la noche. (Para localidades del hemisferio norte, cambiar "verano" por "invierno", y viceversa.) El gráfico puede aclarar un poco las cosas.

Muchos pueblos de la antigüedad conocieron este movimiento anual del Sol, no sólo los mencionados egipcios, sino también las civilizaciones precolombinas y otras culturas. El método de observación, básicamente consiste en registrar cuál es la última estrella que se ve sobre el horizonte, al este, poco antes de la salida del Sol. A medida que pasan los días, puede verse que distintas estrellas van ocupando esa posición, a medida que el Sol se desplaza lentamente hacia el ESTE.

Sin embargo, casi siempre se interpretó esto como un movimiento REAL del Sol alrededor de la Tierra, cuando en realidad es un movimiento APARENTE, debido a la translación de la Tierra alrededor del Sol. Notar que el sentido de ambos movimientos, aparente y real, es el mismo: en sentido antihorario (contrario al de las agujas de un reloj) si se mira desde el polo norte de la órbita. (Cualquiera puede elaborar una analogía con una persona caminando en un círculo alrededor de otra. Para el movimiento diurno, en cambio, la mejor analogía es recordar nuestra última vuelta en calesita.)

El griego Aristarco de Samos (hacia 290 aC) fue quizás el primero en proponer al Sol, en vez de la Tierra, como centro del universo conocido. Pero recién después de 1540, con la obra de Nicolás Copérnico, se comenzó a aceptar que es la Tierra la que anda dando vueltas alrededor del Sol.

La prueba definitiva de que es la Tierra quien se mueve y no el Sol, llegó en 1729 con James Bradley y su medición de la aberración de la luz de las estrellas. Este es un efecto debido a que la luz no se desplaza a velocidad infinita (aunque sí muy grande). La composición de la velocidad de la luz con el movimiento (casi circular) de la Tierra en su órbita, produce un desplazamiento periódico en las posiciones de las estrellas, que no se produciría con una Tierra estática o en movimiento uniforme.

Otra prueba la dan las paralajes estelares: las estrellas más cercanas parecen desplazarse a uno y otro lado a lo largo del año. Esto se debe a que la Tierra, nuestro lugar de observación, se mueve en su órbita. El efecto es similar a mirarnos un dedo con uno y otro ojo alternativamente, manteniendo el brazo extendido.

En fin, como habría dicho Galileo, "eppur si muove ..."

(Para más información, ver http://www.fcaglp.unlp.edu.ar/~scellone/Pagina_AG/Apuntes/mdma.html)

Dr. Sergio Cellone