En la elección de un telescopio intervienen muchos factores. En primer lugar hay distintos tipos de telescopios, de muchas marcas y modelos. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas de acuerdo al uso que uno quiera darle, y a la disponibilidad de tiempo y espacio para utilizarlo. Por eso no se puede contestar en forma general a la pregunta "cual es mejor?" o "cual me conviene comprar?" sin saber para qué, cómo, donde y cuando se va a usar el telescopio.

Si lo que uno busca es un telescopio para comenzar a observar el cielo, es recomendable uno pequeño, fácil de armar y de manejar, sobre todo si uno dispone de poco tiempo para la observación. Los telescopios de hasta 10 ó 12 centímetros de diámetro cumplen estas condiciones, pero hay que tener cuidado, porque no todos son de buena calidad. En general, en este rango de diámetros, uno busca el mayor diámetro posible para colectar la mayor cantidad de luz posible. En cuanto a la distancia focal, los telescopios comerciales de estos diámetros tienen distancias focales de entre 6 y 15 veces su diámetro. Cuanto mayor la distancia focal, mayor el aumento, pero hay que tener cuidado: cuanto más grande es la imagen menos luminosa se vuelve (dado que se reparte la luz en una superficie mayor), por lo que pueden perderse muchos detalles. Siempre es mejor una imagen pequeña, brillante y nítida, que una grande, débil y borrosa. Además, la mayor parte de los astros son debiles (salvo la Luna, el Sol - OJO! NO SE DEBE OBSERVAR EL SOL BAJO NINGUN CONCEPTO CON TELESCOPIOS U OTROS INSTRUMENTOS OPTICOS PUES SE PIERDE INMEDIATAMENTE LA VISTA- y algunos planetas), por lo que uno siempre antepone la luminosidad al aumento. Por si esto fuera poco, el aumento útil está limitado por la turbulencia atmosférica a unos 200 aumentos en telescopios de 10cm de diámetro -CUIDADO CON LAS PROMOCIONES DE TELESCOPIOS DE 6cm CON 700 AUMENTOS, SON INUTILES-. Y por último, la distancia focal del telescopio se puede variar con accesorios adecuados. En lineas generales, un telescopio de 10cm con entre 800 y 1000mm de distancia focal da buenos resultados para la mayor parte de los astros, y cuando uno quiera ver la Luna puede duplicar la distancia focal para obtener más aumento). Otra cuestión importante es la estabilidad. Si el telescopio tiene un trípode débil o muy liviano, se moverá con cualquier corriente de aire o pequeño golpe, con lo cual la imagen vibrará tanto que será difícil de ver. Es conveniente adquirir telescopios con monturas firmes, siempre y cuando no sean tan grandes y pesadas que hagan difícil el manejo y transporte del telescopio.

Por último, tanto reflectores como refractores de buena calidad dan buenas imágenes, aunque las de los refractores son un poco mejores. Hoy día existen buenos telescopios catadióptricos (que combinan lentes y espejos) con excelentes imágenes y a precios mucho menores a los refractores -que suelen ser caros).

Leonardo Pellizza