El argentino tiene cinco títulos y el mejor porcentaje de triunfos, poles y récords de vuelta. Las comparaciones son odiosas. Una frase remanida que no hace más que intentar poner en un mismo plano diferentes aspectos que no coincidieron en la misma época. Juan Manuel Fangio es el más grande de todos los tiempos. Los resultados lo ubican en lo más alto del historial de la Fórmula 1. El piloto argentino conquistó cinco veces el título mundial y esa marca es, hasta ahora, nadie igualó. Pero la máxima categoría continuó con su andar y por sus filas desfilaron muchos talentos. Algunos, con escasa suerte, otros, con números favorables, pero sin el carisma que despiertan los verdaderos grandes. Pero estuvieron los que marcaron épocas dentro del automovilismo, además de construir campañas sobre la base de los resultados. Y son los casos de Ayrton Senna, Alain Prost y este presente fabuloso de Michael Schumacher. Senna y Prost compartieron muchos años la máxima categoría. Hasta fueron pilotos de un mismo equipo. Pero la Fórmula 1 no tenía lugar para ambos y ellos mismos, con caracteres distintos y estilos de manejos opuestos, se encargaron de crear una antinomia que aún hoy perdura en el sentimiento de los hinchas. Ya en el primer día de ensayos en McLaren, en 1988, comenzaron los problemas. Con un solo auto, el team practicó en Río de Janeiro. Primero se subió Prost y cuando llegó a los boxes, se quedó sentado. Senna se enfureció ante las carcajadas del francés. Luego vinieron las recordadas definiciones con los autazos como métodos permitido. Michael Schumacher, con su cuarto título, quedó a un paso del récord de Fangio y alcanzó a Prost con la cantidad de victorias (51). Es el dueño único de su época, tras la muerte de Senna. Pero, ¿qué opina el mundo de los grandes volantes de la historia? Stirling Moss no se cansa de repetir que Fangio fue el más grande y que, emulando el espíritu tanguero, "no habrá ninguno igual". El fanatismo y la rivalidad que mantienen argentinos y brasileños ubican a Fangio y a Senna en un contrapunto que va más allá de lo automovilístico. El estilo pensante y calculador de Prost es aplaudido por los más exquisitos. El francés participó en 199 grandes premios y fue el que compitió en más carreras de Fórmula 1 entre los cuatro grandes. Promovido por la empresa Mercedes Benz, la figura de Fangio se agiganta en el mundo. Figuras en diversos lugares de Europa recuerdan al argentino, como en la entrada del autódromo de Barcelona, en Montmeló. Entre los hinchas del automovilismo hay elementos que cuentan con sumo valor afectivo y hasta económico: las réplicas a escala de los autos de competición. Y pese a los promocionados coches modernos, la Ferrari del balcarceño o las míticas Flecha de Plata son las más requeridas. Oreste Berta, el más prestigioso diseñador argentino, comentaba a LA NACIÓN que en el mundo existía un respeto y una admiración por el balcarceño que en la Argentina no se advertía. Y ésa es la gran diferencia entre Fangio y el resto: el respeto y la admiración que genera, pese a los años. Sin controversias. Algo muy valorado en el mundo.
Publicado en La Nación, el lunes 20 de agosto de 2001. |