Boletín de noticias de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas Universidad Nacional de La Plata
Año 9 Número 288 2 de abril de 2010 Edición Especial
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Entrevistas y redacción de textos: Per. Alejandra Sofía. Fotografías: Guillermo E. Sierra. Editor responsable: Lic. Roberto Venero. Webmaster y corrección de textos: Dr. Edgard Giorgi. |
Mario Bunge en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata Conferencia “La matriz del progreso científico” (Primera parte)
El Dr. Mario Bunge estuvo en la ciudad de La Plata. En la soleada mañana del 29 de marzo, este profesor que estudió en la Universidad platense, expuso sus ideas ante un auditorio que lo escuchó atentamente. Ciencia, técnica y las condiciones filosóficas para la innovación en los estudios científicos fueron parte de su exposición que dio paso a variadas preguntas al finalizar su charla.
El Dr. Héctor Vucetich –colega y amigo, siempre a su lado durante la conferencia–inició el encuentro. “Tengo la alegría de presentarles a Mario Bunge, que no necesita presentación por cierto, y es uno de los pocos filósofos de la actualidad que se ocupa seriamente de ciencia, técnica y sociedad”.
El Prof. Dr. Mario Bunge dijo que “volver acá después de tantos años me recuerda a los tiempos en que los estudiantes de física veníamos a estudiar geofísica.
Quiero referirme a la filosofía y el progreso científico. Creo que el filósofo debiera tratar de contribuir al progreso de la ciencia en lugar de limitarse a analizarlo. El título “Filosofía del progreso científico” presupone que hay progreso científico, que puede haberlo. Esta tesis es rechazada por los relativistas, como ustedes saben, en particular por Thomas Khun y sus seguidores. Dicen, entre otras cosas, que casi todas las verdades que se creían verdaderas han resultado ser falsas y que todo conocimiento es local, que no hay conocimiento universal.
Lo que es completamente cierto es que algunas proposiciones o resultados sean falsas, otras parcialmente verdaderas. Por ejemplo, es verdad que el universo está compuesto de átomos pero no es cierto que los átomos sean unas bolitas simples, son complicados y no son bolitas.
Quien no crea en la posibilidad del progreso científico no intentará contribuir a él, quien se abstenga a la tesis relativista podrá a lo sumo obstaculizar el progreso de las ciencias. Eso no llega a este Observatorio, los relativistas en general se limitan a las facultades de humanidades aunque están haciendo progresos muy inquietantes en las facultades de medicina. Imagínense lo que un posmoderno puede llegara a hacer en una facultad de medicina. Hace poco la revista “La Recherche” publicó un artículo de un presunto relativista cuyo nombre era ordenado olvidarse. Quien sostuvo lo siguiente: “me han informado que han encontrado Bacilo de Koch en momias egipcias. Eso es imposible porque el bacilo de Koch fue descubierto recién hace un siglo”. Ya se sabe que las enfermedades son inventadas por los médicos, no hay enfermedades objetivamente… Y ese señor es profesor en Francia. También hay seudo ciencias bajo la apariencia de exactitud numérica cuando se utiliza el diagnóstico médico se utiliza interpretación subjetivista de la probabilidad, es peligrosa además que no sirve para nada, porque aun cuando se advirtiera que la relación entre enfermedad y síntoma fuera aleatoria, lo que realmente importa es averiguar cuál es el mecanismo de la aparición de enfermedades…
Empecemos por recordar que todo el trabajo científico como todo otro trabajo puede ser rutinario o innovador, y que la innovación en cualquier campo, rompe con la tradición en algunos aspectos a la par que continúa la tradición en otros aspectos. Para progresar no basta rechazar parte del pasado, hay que procurar reemplazarlo con algo mejor. O sea la crítica no es fructífera, a menos que ayude a concebir ideas o procedimientos nuevos y mejores. Dicho en términos rurales, no basta con desmalezar, también hay que arar, seleccionar, rotar los cultivos, abonar, podar y regar.
Nuestra tarea es averiguar qué condiciones favorecen la innovación en los estudios científicos. Willard dice que hay tres grupos de condiciones para la investigación científica: psicológica, social, y filosóficas.
Las condiciones psicológicas son conocidas: curiosidad, talento, motivación, coraje intelectual, disciplina, tesón, laboriosidad, integridad y disposición a cooperar.
Las condiciones sociales son: apoyo pecuniario, libertad de expresión, organización, continuidad y masa crítica de los equipos de investigación.
Todo esto es bien sabido, sino por los políticos, por lo menos por los científicos mismos. En cambio no se sabe, o no suele decirse que también hay condiciones filosóficas. Por ejemplo, el irracionalismo y el subjetivismo están de moda hoy día en las facultades de humanidades y son letales a toda empresa racional de exploración de la realidad objetiva.
Esta empresa sólo triunfa dentro de una matriz filosófica favorable a la racionalidad y la objetividad. Hay más, y el propósito de esta conferencia es ampliar este esquema. Pero tal vez convenga recordar que la matriz filosófica se inserta a su vez en una matriz mucho más amplia y social. Aunque teniendo en cuenta que hemos empezado tan tarde tal vez deba saltear estas páginas e ir derecho al tema central.
Desde los trabajos pioneros de Joseph Milham, el bioquímico inglés, sus trabajos pioneros sobre ciencia y técnica en China, sabemos que la ciencia moderna no nació en China, que sin embargo fue la más civilizada de su tiempo. Milham dice que no nació allí porque la cultura intelectual china estaba dominada por tres ideologías totalmente diferentes, o aún hostiles al estudio de la naturaleza: el budismo, el taoísmo y el confucionismo. El Buda enseñó que todo es apariencia; Lao Tsé que la contemplación es superior a la acción y Confucio que lo más importante es la obediencia a la autoridad y la convivencia pacífica. Ninguna de estos tres sabios instó a la gente a explorar lo desconocido y menos aún a mejorar lo conocido. Una manera cómoda de abordar este problema es recordar cómo nació la ciencia moderna y con ello el progreso científico que sirvió casi ininterrumpidamente durante medio milenio.
Aunque parezca mentira aún no disponemos de una respuesta satisfactoria a esta pregunta ¿Por qué la ciencia moderna nació en unos pocos países europeos hacia el 1600? Conjeturo que esta falla es que cada historiador ha mirado a uno solo de los múltiples progenitores de la evolución científica, que son el Renacimiento, la Reforma, el saqueo del Nuevo Mundo, el capitalismo, la imprenta y la nueva filosofía. En consonancia con la visión sistémica del mundo supongo que todos estos factores mencionados han sido igualmente importantes y que fue decisivo el que se diera casi simultáneamente en unos pocos países; sin embargo me voy a concentrar en uno solo: la nueva filosofía, la filosofía que comienza con nuestro colega Galileo ¡vuestro colega!
Los historiadores de la ciencia suelen entender como investigación científica un grupo de descubrimientos e invenciones inusitadas que inician con una nueva tradición. Este se empezó a… (no se entiende el audio) ya que nada se logra sin antes adoptar un enfoque elaborado de un proyecto de investigación y una estrategia para ejecutarle y un sistema de valores para evaluar sus resultados.
La revolución científica que comenzó hace medio milenio resultó que desacralizar al mundo, a decir de… Y de querer inventariarlo y comprenderlo en términos puramente naturales y con la sola ayuda de la razón y la experiencia. En resumen las novedades que produjo la revolución científica que es mancha de nacimiento de la modernidad, no constituyen sino un eslabón de esta cadena: enfoque, proyecto, investigación, resultado, evaluación. Además casi todos los autores, empezando por Galileo, han puesto el acento en el rechazo de la autoridad…(no se entiende) de los escolásticos.
Yo creo en cambio, que las revoluciones que dejan algo no se limitan a derribar sino que levantan nuevos andamiajes; en el caso de las revoluciones científicas, los andamiajes consisten en maneras de plantear y abordar problemas, o sea, en estrategias de investigación. Por ejemplo, Copérnico inauguró la astronomía planetaria moderna al reemplazar el estudio individual de los planetas por el estudio del sistema planetario, del sistema solar…
Faraday y Maxwell se distinguieron por pensar las cargas eléctricas y los imanes así como un sistema. Ramón y Cajal hace un siglo revolucionó la neurociencia al buscar y encontrar no solamente las unidades del tejido nervioso, las neuronas, sino también al revelar los sistemas en que se combinan.
Rutherford y Bohr… la física atómica nuclear modernas al concebir el átomo como un sistema de partículas y no como una bolita mágica.
Bernardo Houssay ganó el Premio Nobel por probar que el páncreas y la hipófisis, a pesar de ser muy diferentes y estar muy distanciados el uno del otro pertenecen al sistema endocrino… la idea de sistema endocrínico nació acá, en la Argentina.
John Maynard Keynes creó la macroeconomía moderna así como la política macroeconómica que lleva su nombre, al tratar la economía como un sistema… En todos estos casos la innovación se centró en un sistema antes que en un individuo o en una totalidad opaca al análisis y todos los sistemas en cuestión eran concretos o materiales. Los planetas no eran guiados por ángeles, los sistemas neuronales no eran movidos por el alma, las economías no eran guiadas por demonios, etc. Aunque a veces parecen (risas del público).
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