[Alumnos] A un año de la muerte de Carlos Fuentealba

[Agrupación Estudiantil INTI]

Hola a todos:

Hoy se cumple un año del asesinato del docente neuquino Carlos Fuentealba y,
desde la Agrupación Estudiantil INTI, queremos invitarlos a la reflexión y
compartir con uds, este cuento que escribió Pula.



Levanta la persiana y el sol cae sobre los bancos avejentados. Camina por
los pasillos ordenando cada fila. Cuando llega al frente limpia una vez más
el verde pizarrón, ya casi es la hora, está por sonar el timbre que da
inicio a la jornada.

Cuando los chicos entran al aula traen una hojarasca de papel de caramelo y
chupetín, entran y dejan en el patio una estela de inocencia, sonrisas y
niñez. El maestro, espera mientras se acomodan; sonríe a la par de ellos,
tiene la misma expectativa por aprender, nunca deja de aprender.

Cada uno de esos chicos que saluda, "Buenos días maestro", es una luz que
parpadea futuro, que ilumina de esperanza. Es que este maestro, igual que
muchos otros, espera con paciencia por un futuro digno. Este maestro no sólo
espera, actúa, se envuelve en el murmullo del cambio que crece y se propaga,
aún a pesar de los intentos de silenciarlo; este maestro lucha, reclama y
protesta, sale a la calle y corta la ruta; este maestro cree, cree en abatir
el silencio, cree en sus compañeros de lucha, cree en esos chicos que le
sonríen desde cada guardapolvo que resplandece en su aula. Cree y pelea.

Este maestro retrocede ante la inminente represión, se repliega junto a
otros maestros como él, mientras les disparan sin miramientos. Es que esa
policía, ese gobierno que la autoriza, parece no saber a quién le dispara,
parece no recordar que, seguramente, sus hijos también visten blancos
guardapolvos.

Este maestro, igual que otros en otros tiempos, quizás en otras ciudades,
cae tras el disparo de una granada de gas lacrimógeno, que otras veces fue
una bala, pero que siempre es sinónimo de opresión. Este maestro muere, y
muere con él una parte de cada uno de nosotros, pues todos somos su reclamo,
todos somos su lucha.

Apagaron otra voz, silenciaron otros labios, pero tendrán ahora que atenerse
al bullicio que desataron; porque por cada uno de ellos hay miles que no
descansarán. Mañana otro maestro abrirá esa persiana, y abrirá la ventana y
el viento abrazará a sus alumnos y arremolinará sus guardapolvos trayendo
las voces de los que no se callan. Y en todas las aulas, de todas las
escuelas, un maestro dirá "Buenos Días chicos", y en su voz sonará, fuerte y
vigorosa, la lucha de Carlos; porque no lo han matado, porque todos somos
Fuentealba.



Saludos a todos,

Agrupación Estudiantil INTI
Observatorio
------------ próxima parte ------------
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