Noticia preliminar
Las primeras investigaciones revelaron que el antiguo mirador
que servía de dormitorio a Alejandra fue cerrado con llave desde
dentro por la propia Alejandra. Luego (aunque, lógicamente, no se
puede precisar el lapso transcurrido) mató a su padre de cuatro
balazos con una pistola calibre 32. Finalmente, echó nafta y prendió
fuego.
Esta tragedia, que sacudió a Buenos Aires por el relieve
de esa vieja familia argentina, pudo parecer al comienzo la consecuencia
de un repentino ataque de locura. Pero ahora un nuevo elemento de juicio
ha alterado ese primitivo esquema. Un extraño "Informe sobre ciegos",
que Fernando Vidal terminó de escribir la noche misma de su muerte,
fue descubierto en el departamento que, con nombre supuesto, ocupaba en
Villa Devoto. Es, de acuerdo con nuestras referencias, el manuscrito de
un paranoico. Pero no obstante se dice que de él es posible inferir
ciertas interpretaciones que echan luz sobre el crimen y hacen ceder la
hipótesis del acto de locura ante una hipótesis más
tenebrosa. Si esa inferencia es correcta, también se explicaría
por qué Alejandra no se suicidó con una de las dos balas
que restaban en la pistola, optando por quemarse viva.
[Fragmento de una crónica policial publicada
el 28 de junio de 1955 por La Razón de Buenos Aires]