Boletín de noticias de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas

Universidad Nacional de La Plata

 

Año 9 Número 286

15 de marzo de 2010

 

 

El material periodístico y fotográfico puede ser reproducido siempre que se cite la fuente.

 

 

 

 

Sumario

 

-V Taller de Ciencias Planetarias

 

-Mesa Redonda I: ¿Qué nos queda por descubrir en el Sistema Solar? ¿Cuáles son las preguntas más relevantes a responder en los próximos 20 años en la investigación sobre nuestro sistema planetario?

 

-Mesa Redonda II: Los talleres como espacio de integración regional: pasado, presente y futuro

 

-Luego de los grandes terremotos. Entrevista a la Geof. María laura Rosa

 

-El terremoto chileno de 2010 y la rotación terrestre. Dres. Claudia Tocho y Germán Rubino

 

 

 

Entrevistas y redacción de textos: Per. Alejandra Sofía

Fotografías: Guillermo E. Sierra

Editor responsable: Lic. Roberto Venero

Webmaster y corrección de textos: Dr. Edgard Giorgi

 

 

 

 

 

V Taller de Ciencias Planetarias

Durante cuatro días de febrero (23 al 26) astrónomos y profesionales afines a la temática y estudiantes de postgrado y de grado, se reunieron en la Facultad de Cs. Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata. Mediante presentaciones orales, pósters y Mesas Redondas, este quinto Encuentro tuvo una dinámica de mucho debate y deseos de seguir dando respuesta regional a las ciencias planetarias. Un curso de postgrado de una jornada, dio una introducción  a los jóvenes graduados que se están incorporando a esta rama de la astronomía.

El Grupo de Ciencias Planetarias de la citada Facultad fue el responsable de organizar este V Taller; en la inauguración, el Dr. Pablo Cincotta, Decano de esa Unidad Académica y el Dr. Adrián Brunini, Profesor y responsable de aquel Grupo, dieron  la bienvenida a los participantes y auguraron un fructífero encuentro. 

Respecto al curso de postgrado, el Dr. Julio Fernández, Profesor e Investigador en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República de Uruguay, señaló que “fue como una primera experiencia dentro de  estos talleres; en mi caso, hice una presentación general sobre cometas, aspectos físicos y dinámicos.

Sobre este tipo de encuentros, agregó que “vamos bien, vamos creciendo, vimos  trabajos muy interesantes, muchos de ellos de investigadores jóvenes; soy optimista”.

 

Imágenes del V Taller de Ciencias Planetarias

 

Oído al pasar

 

Si alguien ajeno a las ciencias planetarias hubiera asistido a la charlas, hubiera escuchado a especialistas hablar y debatir sobre temas como:

 

Asteroides transneptunianos, que, como su nombre lo indica, están pasando Neptuno y son muy difíciles de observar, helados y parecidos a Plutón.

 

Un reciente catálogo de 75 meteoritos caídos en la Argentina, estudiados y clasificados; el último catálogo era de 1940.

 

Presentaciones de un muestreo de observaciones realizadas en el Complejo Astronómico El Leoncito.

 

Vulcanismo y mínimo de actividad solar en relación al cambio climático.

 

Observaciones de cuerpos menores del sistema solar  mediante telescopios que observan en el espectro visible y hasta el infrarrojo.

 

Centauros que son, esencialmente, una población de objetos en órbitas inestables, entre Júpiter y Neptuno, que pueden tener encuentros próximos con los planetas y pueden

desestabilizarlos. Son una población de objetos que poseen material más primitivo dan idea de la historia del sistema solar.

 

Planetas extrapolares: hay una población muy grande que está muy cerca de sus estrellas; son llamados planetas calientes, originalmente se descubrieron planetas muy grandes, los “Júpiter calientes” luego se observaron algunos más chicos, ahora los famosos llamados super tierras, parecidos a los terrestres. No son tantos e intentan explicar por qué están ahí y su evolución.

 

 

Mesa Redonda I: ¿Qué nos queda por descubrir en el Sistema Solar? ¿Cuáles son las preguntas más relevantes a responder en los próximos 20 años en la investigación sobre nuestro sistema planetario?

 

Daniela Lázaro, Investigadora del Observatorio Nacional de Río de Janeiro, Brasil, Álvaro Álvarez-Candal (Observatorio Europeo Austral) y Yamila Miguel, doctorando de la Fac. de Cs. Astronómicas y Geofísicas (UNLP) 

 

Gonzalo Tancredi, investigador del Departamentote Astronomía de la Universidad de la República (Uruguay) coordinó dicha Mesa y señaló que “fue integrada por un panel que representara tres épocas distintas de las ciencias planetarias, desde los ´80 en adelante.  Daniela Lázaro; para la generación del ´90 invitamos a Álvaro Álvarez y para representar a quienes hoy realizan sus estudios de doctorado, a Yamila Miguel.

Cada uno planteará algunas preguntas que considera relevante y que restan por responder sobre el tema”.

 

El Dr. Tancredi expuso brevemente una comparación entre lo que se conocía en esta disciplina  en el año 1975 y en la actualidad: en 1975 conocíamos 9 planetas, ahora son 8 –¡lo único que ha bajado!-; 2000 asteroides y en pocos días más alcanzaremos la cifra de 500.000;  31 satélites  planetarios, 168 ahora; 1sistema de anillos, 4 ahora,  60 cometas periódicos, hoy 230 clasificados y algunas decenas más de un pasaje; dos reservorios de pequeños cuerpos –el Cinturón principal de asteroides y la Nube de Oort- hoy tenemos tres: la población de transneptunianos  y una población de objetos que antes no conocíamos: los centauros,  más de 100 satélites de asteroides, más de 60 satélites transneptunianos y este grupo de planetas enanos.

Tancredi agregó temas casi resueltos en los últimos 30 años, como la dinámica del cinturón principal de asteroides; el origen de NEOs, su población y la probabilidad de impacto con la Tierra, “son temas que si no están resueltos, queda poco por entender”. 

También mencionó el rol de impactos en la historia y futuro de la Tierra, la presencia  de aguas y hielos en diferentes regiones del sistema solar, nuevas atmósferas como la de Titán, los anillos de planetas gigantes y finalmente en relación a nuestro sistema solar, la importancia de la migración planetaria.

 

Daniela Lázaro

 

¡Me ha quitado el sueño buscar unas 5 cuestiones más fundamentales! Tal vez sean sólo de gusto personal; no coincido con que haya cuestiones casi resueltas, ninguna lo está, son avances, pasos en la dirección correcta.

Para mí la pregunta más importante es cómo se formó el sistema solar desde el colapso de la nebulosa hasta el estado actual: formación y evolución, los dos procesos son simultáneos, no son independientes, no es que primero se formó y luego evolucionó. Se formó evolucionando y es una dificultad, es una pregunta que me hago sobre eso.

Lo que más me preocupa es saber cuáles fueron las condiciones iniciales, si son las correctas para realizar modelos.

La segunda pregunta está relacionada con otro tópico que es: cuántos cuerpos tienen océanos líquidos debajo la superficie, como se conoció de la luna Europa, luego Encelado, Ganímedes, Calisto, Titán, Plutón, etc.

¿Cómo se formaron esos cuerpos con esos océanos?

La tercera es cuál  fue la fuente de calor que llevó a la diferenciación de cuerpos pequeños; por qué se diferenció un cuerpo y no otros; claros ejemplos son Ceres y Vesta.

La cuarta pregunta  es ¿de cuáles asteroides provienen los meteoritos?

La quinta también tiene que ver con pequeños cuerpos: cómo podemos diferenciar observacionalmente los asteroides “ice free” de cometas.

También creo que en los próximos 20 años vamos a encontrar respuestas sobre microorganismos que encontremos.

 

Álvaro Álvarez -Candal

 

Me pregunto sobre el agua en el sistema solar, dónde está la línea de hielo, no queda claro dónde está esa línea o franja de hielo ni siquiera que sea una línea o una superficie o algo por el estilo. Es un concepto que no tenemos claro y la misma distinción sobre qué es un asteroide o un cometa; prácticamente cualquier cosa en el sistema solar podría ser una cosa o la otra.

 

Lo segundo está relacionado con los límites tecnológicos, qué tan lejos estamos de encontrar una segunda Tierra fuera del sistema solar hasta ahora se han encontrado super tierras. Si estamos tecnológicamente capacitados para ello, parece que aún no para hallar uno planeta similar al nuestro.

 

Falta bastante para entender sobre la evolución del  sistema solar una vez que los planetas y planetesimales estuvieron formados hasta la época actual.

Cómo se pasa de partículas muy pequeñas del orden del centímetro a los cuerpos del orden del kilómetro.

 

Falta bastante para que tengamos una imagen general del sistema solar, en particular, como Julio mencionaba, queda un vacío muy grande entre los límites actuales del cinturón hasta comienzo de la Nube de Oort.

 

Yamila Miguel

 

¡Tengo solo una pregunta que es exclusiva!

Es el tema del origen de la Luna; la mayoría de la gente asume que ésta  se formó a partir del impacto con la Tierra primitiva pero por lo que expuso María Eugenia Varela  en algunos trabajos sobre geoquímica, hay cosas que aún no se explican.

 

También coincido en que hay que conocer más sobre los transneptunianos y falta conocer la estructura completa de nuestro propio sistema solar. Y también asociado a eso, como será la distribución de objetos, si habrá alguna sorpresa o encontraremos lo que esperamos.

En relación a lo que dijo Daniela sobre las condiciones iniciales, cómo fue el entorno donde se formó nuestro sol. Otro tema es el tamaño de los planetesimales.; ver cómo eran los bloques a partir de los cuales se formaron.

Cómo era la nebulosa solar primitiva; falta un poco de comunicación con la gente que trabaja con meteoritos.

 

Y el tema de si existe vida en algún lugar del sistema solar, podría haber donde hay agua líquida en superficie pero en la misma Tierra se encontraron en lugares rarísimos (a 3 kilómetros de profundidad en una mina o en aguas hirviendo;  en ríos de ph2, de ácido puro); si hay vida en esos lugares ¿por qué no habría en Marte o Encelado o Europa?

 

 

Mesa Redonda II: Los talleres como espacio de integración regional: pasado, presente y futuro

 

Adrián Brunini, Profesor e Investigador en la Fac. de Cs. Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata; Julio Fernández y Gonzalo Tancredi, ambos Profesores e Investigadores en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República de Uruguay.

 

Adrián Brunini

 

El primer Taller lo realizamos en 1999, la idea surgió en 1998,  lo pensamos con Gonzalo cuando nos vimos en un encuentro, quisimos organizar un encuentro con la gente que hacia ciencias planetarias en la región. Se hizo en el Observatorio de La Plata y fuimos unas 20 personas, ya nos conocíamos todos. La idea era crear un espacio para reunirnos, debatir, discutir. Saber dónde estábamos a través de trabajos expuestos y generar un espacio de discusión e integración en entre la Argentina, Uruguay y Brasil.

El segundo taller fue el año 2000, lo organizaron en Montevideo y allí ya éramos 30 personas, había algunos estudiantes y se presentaron 20 exposiciones orales. Luego pasó un tiempo, pasaron muchas cosas en Latinoamérica a partir del 2000, en especial en nuestro país; ahí quedamos un poco tambaleando pero en el año 2006 nos reorganizamos y nos encontramos en Colonia, Uruguay, lugar maravilloso. El crecimiento fue notable hubo muchos estudiantes y además en ese momento se nos ocurrió organizar una Mesa Redonda donde discutimos el futuro de las ciencias planetarias: La conclusión a la que arribamos fue que había que colaborar más estrechamente para aprovechar mejor las facilidades observacionales. El cuarto taller se hizo en San Juan en febrero de 2008 y hubo  un  enorme crecimiento: éramos 60 investigadores y muchos estudiantes; en una Mesa Redonda analizamos lo que había pasado desde el Taller anterior y surgió la preocupación de organizar, incrementar, la oferta postgrado para la movilidad de los estudiantes de postgrado, de doctorado y como herramienta para mayor vinculación entre distintos grupos. Así llegamos a este V Taller en La Plata, con 84 inscriptos, vinieron unos 70 efectivamente, con muchos estudiantes de grado y postgrado y con la realización de mesas redondas.

 

Se hizo un curso de postgrado que otorgó créditos para estudiantes de la Argentina y de Brasil; el Taller se está consolidando, evidentemente nos da presencia dentro de la astronomía en la Argentina y supongo que a ustedes les pasa lo mismo.

Los estudiantes son el alimento con que nos nutrimos, se auspicia que va a seguir creciendo pero no todo son rosas según mi visión. Hay  algunas cosas pendientes y que estaban en la génesis del Taller. Varios creemos que no hubo un incremento de proyectos de cooperación; es un excelente espacio para contar qué hacemos y conocernos más pero deberíamos tener mayor colaboración científica. Otra cuestión que tiene que ser considerada es que el número  creciente de participantes nos lleva a preguntarnos cómo seguir organizando los Talleres; el  espíritu informal corre riesgo y si vamos hacia las la presentación estándar de charlas no habrá tiempo para el debate y no es lo que querríamos. Me gustaría que discutiéramos esas dos cosas.

Una posibilidad es que las presentaciones no se hagan muy breves pero que haya algún criterio de selección  que priorice determinadas presentaciones.

 

Las mesas redondas tendrían que continuar,  creo que son muy interesantes y fructíferas.

Sobre los cursos de postgrado seguimos teniendo necesidad de generarlos, tenemos un déficit y es un aspecto en el que deberíamos incrementar la imaginación y trabajar entre todos para tener muchos más. Es una expresión de deseos que ya dijimos en San Juan; hemos realizado uno de exobiología y éste reciente. Tenemos que ir más allá de la expresión de deseos hacia algo concreto para generarlos.

 

En cuanto a los jóvenes graduados, el Dr. Brunini dijo que “la mitad se va al exterior y no vuelve y no es que no haya trabajo aquí,  muchos se van afuera no porque la ciencia sea mucho mejor sino simplemente porque es un paradigma. Es más un problema de los formadores que de ellos; tenemos que lograr retener a la gente y que se vayan menos, que sientan realmente que acá se puede hacer algo”.

 

Julio Fernández

 

Acuerdo con la presentación y el diagnóstico de Adrián; si va a haber un crecimiento explosivo, por el momento esa tasa está dentro de valores controlables o sea que no veo, a menos que pase algo raro, que en los próximos años haya un cambio tan radical que se nos vaya de las manos. Creo que el tamaño reducido de unos 100 participantes se va a mantener en el corto plazo. Hay una circunscripción regional bastante fuerte, la astronomía  en general y las ciencias planetarias en particular, tiene un área geográfica que no está creciendo; a menos que crezcan las instituciones participantes, no va a ver otra fuente de crecimiento. Esto es lo que me parece, por ese lado diría que el formato éste va a ser manejable en los próximos años.

 

Me parece importante que se mantenga la informalidad y el bajo costo; algo que no sucede en los congresos donde cada vez los hacen en lugares más exóticos y en hoteles 5 estrellas.

 

En contrapartida, esto debe mantenerse como reuniones de bajo costo y que los distintos grupos lo puedan organizar utilizando locales universitarios, lugares con gran oferta de hoteles, etc. Son requisitos que se deben mantener y que el costo del viaje no sea exorbitante.

Estos Talleres han sido una fuente de inspiración.

Hubo cierta transversibilidad entre las instituciones, tal vez no todo lo deseable pero la hubo.

 

En cuanto a los cursos de postgrado y como dice Adrián hay que tener más oferta, éste de un solo día, tal vez se podría lograr que los estudiantes pudieran continuarlo a distancia, con asesoramiento del docente, preparando una monografía.

Además tendríamos que definir hoy mismo si habrá un próximo taller, cuándo y dónde.

 

Gonzalo Tancredi

 

Centrándome  en los tres puntos que marcaba Adrián, acuerdo con él que no se ha logrado una estrecha colaboración entre los diferentes grupos, habría que plantearse algunas otras.

Veo difícil las colaboraciones de tipo de desarrollo instrumental, no tenemos una comunidad suficientemente grande para iniciativas de ese tipo.

Sí podemos fijar algún tema en el cual haya un trabajo de varios grupos que ya esté desarrollado y cooperar más estrechamente entre ellos; identificar las áreas temáticas. Hay una cooperación interesante en exoplanetas,  trabajos que se están haciendo en San Pablo y en Córdoba.

Sobre la estructura de taller y sobre lo que dijo Julio, yo agregaría tratar de mantener esa digna ayuda que se da a los estudiantes y que hace a la diferencia de poder o no participar.

En el propio desarrollo del taller deberíamos pensar en volver a generar esos ámbitos de discusión alternativa, un espacio que al finalizar cada una de las sesiones sirva para hacer intercambios, ver las presentaciones en perspectiva más en común y hacer discusiones más abiertas sobre ese tema y otros vinculados.

Los cursos de postgrado tuvieron avances en relación al Taller anterior, por ejemplo el que dictó María Eugenia Varela un par de veces, sobre geoquímica y el que hicimos en  Montevideo el año pasado sobre exobiología, por el Año Internacional de la Astronomía.

 

 

 

 

Luego de los grandes terremotos

 

Vienen ellas: las réplicas, que en el caso del último terremoto ocurrido el 27 de febrero en Chile, sumaron más de 150 en los primeros tres días y continúan. Las réplicas suman temor a quienes viven en la zona del epicentro y dudas entre quienes habitan a cientos de kilómetros pero en zonas sísmicas. Si la tierra temblara allí ¿es un nuevo terremoto o una réplica?

 

 

Entrevista a la Geof. María Laura Rosa, integrante del Departamento de Sismología e Información Meteorológica de la FCAGLP; docente de la Cátedra Sismología.

 

Por Alejandra Sofía

 

 

Imágenes de la entrevista

 

La Tierra se acomoda

 

-¿Qué son las réplicas?

 

Le llamamos réplica a todos los terremotos que suceden en la misma zona luego de haber ocurrido un terremoto grande que liberó mucha energía.

Suceden en la misma región epicentral; las réplicas son de magnitudes menores, es que  se siguen acomodando esas  placas que estuvieron moviéndose, que convergieron una con otra como en el caso de Chile. En ese acomodamiento siguen habiendo pequeños terremotos.

 

-Hablabas del epicentro.

 

Suceden en una región epicentral, no exactamente en el mismo punto pero sí en la región, que está dada en kilómetros. Recordemos que el epicentro es el punto en la superficie de la tierra que está directamente encima del foco o hipocentro del terremoto. Las  réplicas se dieron a 3 o 4 grados de la región epicentral, tanto en latitud como en longitud. Cada grado son 100 km aproximadamente.

Debe quedar claro que todos esos movimientos se deben al terremoto original.

 

-¿Durante cuánto tiempo pueden suceder?

 

Las réplicas pueden durar desde varios días hasta meses y la magnitud va disminuyendo a lo largo del tiempo.

 

-¿Es inmediatamente posterior al gran terremoto cuando se dan las réplica más grandes?

 

Sí, exactamente, entre las primeras 24 a 72 horas van a suceder las réplicas de magnitudes mayores y después comienzan a disminuir.

 

-¿Hay un número mínimo de réplicas?

 

No existe el mínimo pero siempre hay réplicas después de un terremoto grande, con el terremoto de Haití, en enero pasado, que fue de magnitud 7.0,  días después registramos algunas réplicas.

En el caso del terremoto de Chile, hubo más de 150 en los primeros tres días de magnitud mayor a 4; en nuestra Estación hay registros de ellas. Hasta la fecha (10 de marzo) ocurrieron 175 réplicas de magnitud 5 o mayor.


- Los terremotos que ocurrieron horas después del chileno en nuestro noroeste ¿fueron  réplicas o nuevos eventos?

 

No pueden ser réplicas porque los fenómenos que ocurren en esa zona suceden sobre la placa sudamericana y el de Chile fue en el límite entre las dos placas, ésta última y la de Nazca. Esto es la convergencia entre las dos placas. Los terremotos más destructivos generalmente se dan en los límites de convergencia de las dos las placas; nuestro país no está en esa zona.

Los terremotos que ocurren del lado argentino están todos ubicados en la placa sudamericana.

Nosotros llamamos terremoto superficial a los que ocurren a más o menos 60 km de profundidad. El terremoto chileno fue superficial, a unos 35 km.

Cuanto más superficiales son más dañinos, las ondas superficiales viajan por la superficie de la tierra y transportan mucha cantidad de energía.

 

-Apuntanos algo sobre la convergencia de placas.

 

Las placas están constituidas por la litosfera, que es una capa con un espesor promedio de 100 km. Existen tres tipos de bordes o límites de placas: bordes divergentes; bordes conservativos.
En los bordes convergentes las placas se acercan unas a otras. Cuando dos placas convergen generalmente una subducta bajo la otra, destruyéndose corteza oceánica. La placa de Nazca subduce por debajo de la placa Sudamericana. La velocidad relativa con que se mueven ambas placas es de aproximadamente 8 cm/año.

Los Andes es un claro ejemplo de cordillera formada como resultado del proceso de subducción de una placa oceánica bajo una continental.

En los bordes convergentes los terremotos tienen focos superficiales, intermedios y profundos. En estos bordes ocurren los terremotos de mayor magnitud, con algunos sismos que han alcanzado magnitudes superiores a 9.

 

Registrando

 

-¿Cuánto tiempo pasa entre ocurrido un terremoto y su registro en una Estación sismológica como la de nuestra Facultad?

 

El tiempo depende de la distancia que recorren esas ondas que se liberan cuando se genera el terremoto. En el caso del terremoto de Chile transcurrieron unos tres minutos. Esas ondas recorrieron 1350 km. (distancia entre el epicentro y la ciudad de La Plata) en tres minutos.

Y no tiene que ver la magnitud del terremoto sino la profundidad a la que se halla el epicentro y la distancia a la estación donde se está registrando.

 

-La Tierra se está moviendo permanentemente ¿la Estación no tiene un día “tranquilo”?

 

Nuestra Estación siempre está registrando pero no registra a todos los terremotos. Depende la distancia y la magnitud  del terremoto para que podamos registrarlo. Siempre hay sismos pero no siempre se pueden registrar. Si existiera un instrumento capaz de registrar más allá de distancias y magnitudes, veríamos una banda con registros permanentes.

 

-¿Qué hacen con todo ese material?

 

Lo primero que hacemos cuando hay un terremoto importante, es un informe del sismo y luego, según el tema de investigación de cada uno, trabajamos con los datos colectados. En mi caso, que estoy haciendo mi tesis doctoral sobre ondas sísmicas, utilizo todos los terremotos de magnitudes mayores a 5, 6 grados en la escala de Richter.

 

-Otro tema recurrente entre los no especialistas: las Escalas y su significado.

 

La de Mercalli es la escala que mide la intensidad de un terremoto; es una medida que describe los daños que causa un terremoto, los efectos que causa sobre las estructuras, las personas y sobre la superficie de la Tierra. Nosotros usamos la de Mercalli  modificada que varía de 1 a 12 grados en números romanos.

 

La de Richter es una escala de magnitudes que mide la energía liberada por el terremoto; el máximo movimiento de la onda que queda registrado en el sismógrafo. No hay límite para esa escala, el límite que se dio hasta ahora es el de 9.5, por un terremoto ocurrido en 1960. Es el más grande que se ha registrado en la era instrumental.

 

Los sismólogos en realidad usamos la escala magnitud Momento, que es un poco más útil ya que medimos la energía liberada del terremoto a partir del momento sísmico y tiene como ventaja que no satura para sismos grandes.

 

-Que sería…

 

El momento sísmico se determina a partir del espectro de amplitudes para bajas frecuencias o por la observación sobre el terreno del área de falla y su desplazamiento.

 

-¿Esperan grandes cambios en los instrumentos?

 

Siempre se están mejorando para poder medir pequeños y grandes terremotos, lo importante es que se instalan estaciones, en nuestro país y a nivel internacional y en zonas donde no hay. Es necesario que las estaciones tengan muy buena distribución, no sirve que estén en un solo lado, que sean como una red que cruce información desde varios puntos.

 

En nuestro país hay varias estaciones, muchas están distribuidas en el noroeste pero a nivel general  faltan muchas más. A veces se instalan algunas estaciones para ciertos proyectos que están por un tiempo y después las levantan, entonces el dato no es accesible porque pertenece al proyecto y sólo en algunos casos quedan disponibles luego de un tiempo.

 

Alertas y difusión

 

-Mucho se habla sobre si estos grandes terremotos como los sucedidos en estos primeros meses de 2010 están relacionados; en general se los piensa asociados.

 

No tienen nada que ver entre sí. Estadísticamente es normal que haya 1 terremoto mayor a magnitud 8 por año; unos 17 terremotos anuales con magnitudes entre 7 y 7.9  y que a menores magnitudes la cantidad aumente. Como ocurren en lugares del planeta que no causan tanto daño, no hay difusión sobre ellos.

Al día siguiente del terremoto de Chile, por ejemplo, hubo uno en la costa de una isla japonesa de magnitud 7.2 pero fue en medio del mar.

En el año 2007 hubo 4 terremotos de magnitud mayor a 8 y hay años en que no hay ninguno.

 

-La posibilidad de un tsunami generó mucho temor y alerta.

 

Me parece bárbaro que hubiera un alerta y mejor aún que no hubiese ningún peligro; es mejor prevenir y los tsunamis dan un tiempo para ello, no así los terremotos. Los sismólogos hoy sabemos en qué zona de actividad sísmica pueden ocurrir pero no el momento ni el lugar exacto.

El tsunami se genera cuando el terremoto ocurre en el fondo del mar, con cierto mecanismo focal que sólo se puede conocer horas más tarde; entonces se da un alerta de tsunami porque no hay certeza inmediata de que las condiciones lo lleguen a generar o no.

 

-Luego del terremoto de Haití ¿crees que los medios de comunicación están más atentos para dar difusión sobre estos eventos?

 

Es una cuestión de la noticia del momento,  lo mismo ocurrió luego del terremoto de Sumatra en diciembre de 2004; durante los siguientes meses cada terremoto de magnitud 4 y más, eran noticia y luego ya no importó. Con el terremoto en Perú, en agosto de 2007 fue igual, y si en esos días  tiembla Salta o Mendoza se le da prensa pero luego pasa.

 

-Cuando iniciaste tu carrera de geofísica ¿tenías esta orientación como objetivo?

 

Empecé a estudiar geofísica justamente por el tema sismos, me gustaba la geología, la matemática y la física; me enteré de esa carrera y aquí estoy. 

 

-¿Has sentido algún un terremoto?

 

Nunca, una vez estaba en Mendoza, y hubo uno de magnitud 4 pero estaba durmiendo ¡y no me enteré!

 

  

 

 

 

 

 

El terremoto chileno de 2010 y la rotación terrestre

Por los Dres. Claudia Tocho y Germán Rubino

Profesores Adjuntos de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas -UNLP

 

El 27 de Febrero de 2010 se produjo un terremoto de magnitud momento 8.8 frente a la costa de Maule, en Chile. Este sismo se originó por una falla inversa en el límite entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana. La placa de Nazca se introduce (subducta) por debajo de la placa Sudamericana, moviendo material más denso hacia el interior terrestre. Esta redistribución de masas genera ajustes del eje de rotación terrestre de acuerdo con la conservación del momento angular del planeta, lo que se ve reflejado en una variación en la longitud del día y un movimiento del polo de rotación terrestre.

 

En tal sentido el Geofísico Richard Gross, del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, estimó preliminarmente utilizando un modelo matemático que el sismo podría haber acortado la longitud del día terrestre en 1.26 microsegundos (un microsegundo es una millonésima parte de un segundo). Gross calculó también que el eje instantáneo de rotación de la Tierra se habría desplazado 2.7 milisegundos de arco, es decir, aproximadamente 8 centímetros medidos sobre la superficie del planeta. Si bien este tipo de cambios en el eje de rotación terrestre pueden ser calculados matemáticamente, resulta muy difícil detectarlos debido a que son muy pequeños.

 

Resulta interesante destacar que cualquier fenómeno que produzca una redistribución de la masa del planeta (terremotos, erupciones volcánicas, corrientes oceánicas, movimientos atmosféricos, acumulación de nieve, etc.) producirá algún efecto sobre la rotación del planeta. Es así que, en realidad, todos los terremotos tienen algún efecto sobre el eje de rotación terrestre, ya que además de generar ondas sísmicas producen un campo de desplazamiento estático en el interior de la Tierra, con una consecuente redistribución de masas. Cabe recalcar que el tamaño de tales cambios dependerá de la magnitud, localización y mecanismo focal del sismo. Por ejemplo, se estima que el terremoto de Sumatra de magnitud 9.1 ocurrido en el año 2004 produjo una reducción de la longitud del día de 6.8 microsegundos y un desplazamiento del eje de rotación de 2.32 milisegundos de arco (aproximadamente 7 centímetros sobre la superficie de nuestro planeta).

 

Si bien el terremoto de Sumatra de 2004 fue de magnitud mayor que el de Chile de 2010,  Gross explica que en este último caso el eje de rotación de la Tierra se habría desplazado un poco más debido principalmente a dos razones. En primer lugar, el terremoto de Sumatra se produjo cerca del Ecuador, mientras que el de Chile estuvo ubicado en latitudes medias, afectando más efectivamente al eje de rotación terrestre. En segundo lugar, la falla que originó al terremoto de Chile posee una inclinación más vertical que la que produjo al terremoto de Sumatra, haciendo que el terremoto chileno sea más eficiente para mover masas terrestres verticalmente y de este modo afectando más  intensamente al eje de rotación de nuestro planeta.

 

Con fines ilustrativos, resulta interesante mencionar que se podría comparar el efecto que tienen las redistribuciones de masas terrestres sobre la rotación del planeta con lo que le ocurre a  un patinador sobre hielo, que cuando acerca o aleja sus brazos al cuerpo aumenta o disminuye su velocidad de giro. En realidad lo que se produce es una redistribución de la masa corporal del patinador, con el consecuente cambio en su velocidad de rotación.

 

 

 

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