[Noticias desde el Observatorio] Boletin 163 - Numero Especial

Noticias del Observatorio de La Plata listadenoticias en fcaglp.fcaglp.unlp.edu.ar
Vie Abr 14 16:52:13 ART 2006


------------------------------------------------------------------------
-------------------------------------------------------------------------
                            N  O  T  I  C  I  A  S

                                   desde el

O b s e r v a t o r i o   A s t r o n ó m i c o   d e   L a   P l a t a

                      Año 5    Número 163 (Número Especial)

                       Miércoles 12  de abril de 2006


-------------------------------------------------------------------------
Redacción de textos y entrevistas: Per. Alejandra Sofía
-------------------------------------------------------------------------

Temas a compartir:

-Editorial: Recordando a Ana
-Acto en homenaje a Ana Teresa Diego

-------------------------------------------------------------------------

EDITORIAL:

Recordando a Ana
----------------

El lunes pasado tuvo lugar en nuestra Facultad un acto en memoria
de Ana Teresa Diego, alumna de Astronomía que, el 30 de septiembre de
1976, fuera capturada por fuerzas militares a escasos metros de este 
Observatorio, ingresando de esta manera en la dolorosa nómina de
desaparecidos del país. 

El acto, organizado por el Centro de Estudiantes de Geofísica y 
Astronomía (CEGA), tuvo un enorme valor emotivo. La presencia 
de Ana Teresa vibró en cada uno, llevando el estandarte de 30.000 
recuerdos más. 

Es muy difícil imaginar el horror de esos días, vislumbrar el lado 
atroz y perverso del alma de los que se empeñaron en asolar 
sistemáticamente el país, sin razón ni sentido.  

Por eso hoy es tan necesario mantener la llama de la memoria, porque nos  
toca construir sobre cimientos endebles, sanar cicatrices permanentes,
hacer justicia sobre lo inconcluso. 

En el derrotero de estos días, imaginamos a Ana Teresa riendo, estudiando
para un final, devolviendo libros en la biblioteca o sentada en el parque
con sus amigos y el recuerdo se nos confunde con la visión de alguna
alumna de hoy. 

Si aprendemos a amar estas imágenes, no permitiremos que nos las quiten,
nunca más.   


Lic. Roberto Venero
Secretario de Extensión
FCAG - UNLP

-----------------------------------------------------------------------

ACTO EN HOMENAJE A ANA TERESA DIEGO

Imágenes en:
http://www.fcaglp.unlp.edu.ar/~extension/163/acto/


Ella está entre los que la homenajeamos. A pesar de su ausencia física, la 
fuerza de la memoria colectiva se impone vigorosa, tanto como esa foto en 
la que Ana Teresa Diego sonríe y a la que todos observamos emocionados. 

Esta estudiante de astronomía que fue secuestrada, detenida y 
desaparecida el 30 de septiembre de 1976 durante la última dictadura 
militar argentina, tuvo un cálido y sentido homenaje aquí, en su 
Facultad.

Organizado por el Centro de Estudiantes de Geofísica y Astronomía y con el  
apoyo de las autoridades de esta institución, el homenaje a Ana tuvo a su 
madre, Zaida, diciendo palabras finales en las que hija y madre, madre e 
hija fueron una; no quedan dudas al escuchar a la Madre, acerca de los 
orígenes solidarios y amorosos de esta estudiante que soñó y luchó por un 
país más justo.


En el Salón de Actos de la Facultad hubo jóvenes y adultos, familiares a Ana 
Diego, amigos y una gran mayoría de la comunidad donde ella estudiaba.
Ariel Larim,  integrante del Centro de Estudiantes, fue hilvanando los 
testimonios en torno a  Ana.

“Nos reunimos hoy con motivo de homenajear a una compañera que hace 30 
años fue arrancada de este lugar, hace 30 años la dictadura militar que se  
instaló en nuestro país y que se llevó 30.000 compañeros, se llevó de esta  
aulas a una compañera, Ana Teresa Diego.

Hace tiempo que veníamos con ganas de brindarle un necesario y sentido  
homenaje. Un homenaje en el cual pudiéramos invitar a la mayor cantidad de 
personas que hayan compartido con ella aquellos años y las personas que 
directa o indirectamente intentan día a día, en aquellos años y en el 
presente, tratar de develar lo que pasó y tratar de fortalecer a la 
memoria para construir un país con historia que nos permita poder 
encontrar nuestro destino como pueblo. Tenemos, para poder homenajear a 
Ana, palabras de personas que han compartido cosas con ella y otras de 
quienes llevan adelante nuestro presente de la misma manera que Ana lo 
llevara en el pasado.

Hemos invitado a Ernesto Jáuregui, un compañero, un cantautor platense 
para que toque algunas de las canciones que Ana escuchaba en aquella época 
y también a Federico Núñez, un amigo de la familia de Ana que también nos 
va a acompañar con el clarinete.

Ernesto Jáuregui

“Esta canción se llama Lucrecia, yo la compuse luego de leer Espartaco; me  
quedan dos páginas para terminarlo, no sé cuando las voy a terminar, se 
perdieron esas dos páginas...y bueno, a raíz de eso compuse esta canción 
que contempla que el espíritu revolucionario y la necesidad de transformar 
lo que está mal, tiene una larga historia.”

…¿quién iba a imaginar, que esta historia de amor iba a terminarmal…?
“Ahora vamos a ser una canción que seguramente todos conocen…
(Volver a los diecisiete, de Violeta Parra)

“eso lo que siento yo en este instante fecundo…”
…El amor es torbellino de pureza original
hasta el feroz animal susurra su dulce trino
detiene a los peregrinos, libera a los prisioneros,
el amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño
y al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero…”

Ariel prosigue: “Agradecemos la presencia  de las Madres de Plaza de Mayo,  
de las Abuelas de Plaza de Mayo, de la filial permanente por los Derechos  
Humanos de La Plata, Nora Húngaro, Directora de Derechos Humanos de la  
Municipalidad de La plata, del Sr. Vicepresidente de la UNLP. Lic. Raúl  
Perdomo, de los investigadores, docentes, no docentes, graduados y  
estudiantes de la Facultad. A todos y los invitamos a escuchar a Marina  
Herrera, presidente del Centro de Estudiantes de Geofísica y Astronomía de  
esta Facultad.

Marina Herrera

“Buenas tardes, a todos gracias por haber venido, para mí es muy difícil  
poder decir unas palabras sobre todo porque creo que no me alcanzan... de 
todas formas traté de plasmar en un papel lo que pienso y lo que siento en 
esta fecha. Me gustaría ser un poco más espontánea, no tener que leerlo 
pero sepan entenderme.

El golpe de Estado de 1976 y lo que sucedió después fue lo peor que nos 
haya pasado jamás en toda nuestra historia. Algunas personas piensan que 
de las cosas malas y tristes es mejor olvidarse. Otras personas creemos 
que recordar es bueno; que hay cosas malas y tristes que sino van a volver 
a suceder, es precisamente por eso, porque nos acordamos de ellas, porque 
no las echamos fuera de nuestra memoria. Porque conocer el pasado y no 
permitir que se repita es una de las bases fundamentales para construir 
un país con justicia, igualdad y dignidad. Siento mis palabras 
insignificantes, y mi vivencia acotada. Pues al nacer en democracia no 
supe lo que era caminar con miedo, o ver un falcón verde y rogar que no se 
detuviera a mi lado. No escuche por las noches los gritos de los 
torturados y tampoco me sacaron parte de mi familia. No viví 
esa época, donde todo parecía quieto, muerto. 

Hoy, a solo 30 años me parece normal, y justo manifestarme, gritar para 
que me escuchen; defender mi ideología, porque hoy puedo discutir lo que 
me pasa, cara a cara y en voz alta; cosa muy distinta en aquellos años.
Pero si, padezco, junto a todo el pueblo las secuelas de esos nefastos 
años; que limpiaron a una gran generación, matándola, y peor aún, 
aniquilando sus sueños, llenándolos de miedo y de ausencias. Una 
generación que se perfilaba, organizadamente en ser los protagonistas en 
la construcción de un mejor futuro. El golpe de Estado es,
precisamente eso, una trompada a la democracia. Aquel que no cree en la  
democracia, no cree en la opinión de las personas, ni en sus derechos. 

Este golpe tuvo como objetivo sentar las bases para la implementación del 
modelo neoliberal que destruyo las riquezas de nuestro país, de nuestra 
industria nacional, y que sobre todo, instalo un individualismo extremo. 
Ese fue el modelo que impusieron a sangre y miedo. 

Claro que, para no ser vistos como ogros, trataron de excusarse bajo el 
lema de que el golpe era necesario para "poner orden" en un "país 
desordenado" y su misión, según decían era derrotar a la subversión, 
aniquilar la guerrilla. El maldito plan consistió en secuestrar, torturar 
y asesinar en forma clandestina a mas de 30.000 
personas, 30.000 argentinos y extranjeros entre los que había médicos, 
estudiantes, gremialistas, monjas, sacerdotes, escritores, políticos, 
campesinos, obreros, maestros, científicos, artistas, periodistas, bebes y 
niños, es decir al propio pueblo. Esos acontecimientos dejan mudos mis 
ojos, y revivo en mi mente incluso aquello que no he vivido ni afrontado.

Muchas veces viendo con los ojos de quienes ya se han ido, y hablando por  
los labios que han sido silenciados. Durante todos estos años, mantener la 
memoria viva fue una tarea muy difícil, donde muchas veces, la única voz 
que se alzaba era la de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Estas 
mismas son, las que nuca dejaron de luchar, y que fueron y son nuestro 
ejemplo de fuerza y resistencia. Enfrentándose al terror, y al 
individualismo impuesto en aquellos años por la dictadura militar 
genocida.  

Pero al pasar los años, la verdad fue saliendo a la luz, desterrando el 
famoso "por algo habrá sido", o "algo habrán hecho" que fueron errores, 
falacias; debilitando cada vez mas la teoría de los dos demonios ya 
inexistente hoy por hoy. De esa manera, entendimos, que el terrorismo de 
estado es lo peor que nos puede pasar. Ahora, 30 años después, 
es posible pasar de la memoria abstracta a la realización concreta de 
proyectos para un país mas justo, soberano, y libre. Es ahí, donde 
nosotros, los jóvenes debemos jugar un rol activo en el cambio, y dejar la 
indiferencia e individualismo, que solo 
provocan un retroceso, y estancamiento en los ideales del pueblo. Los 
estudiantes del observatorio nos planteamos ser consecuentes con nuestra 
historia y con nuestro futuro. 

Creemos necesario no olvidar a los 30.000 compañeros desaparecidos y 
exiliados, torturados y perseguidos por tener pensamientos e ideales de 
justicia e igualdad. Cerca de 900 estudiantes de la Universidad Nacional 
de La Plata fueron desaparecidos en aquellos años, junto a ellos, Ana 
Teresa Diego. Ana era alumna de 3° año de la carrera de
astronomía. Era dirigente del centro de estudiantes y formaba parte de la 
Federación Juvenil Comunista. El 30 de septiembre de 1976, un grupo de 
civiles armados que se desplazaban en dos automóviles sin patentes se la 
llevaron a la fuerza de la puerta del Museo de Ciencias Naturales de La 
Plata, a solo 100 metros de la puerta del observatorio.

Estuvo detenida en "Arana" un centro clandestino de detención, ubicado en  
Quilmes, lugar en el que fue torturada y maltratada, según cuentan los 
testimonios de quienes compartieron este infierno con ella. Desde la fecha 
que aun no se sabe nada de Ana.

Deseamos desde nuestro lugar como estudiantes, homenajear a alguien que 
supo luchar, que está presente, como todos y cada uno de los 
desaparecidos, en las voces de quienes continuarán su tarea; alguien que 
hoy debería ser colega de muchos, trabajando desde la ciencia y la 
investigación en pos del desarrollo y el progreso; alguien que hoy podría
ser profesora de otros tantos, desarrollando la importantísima tarea 
docente, cultivando la instrucción como una herramienta para fomentar 
conciencia y compromiso en los alumnos. Y así, en su nombre, homenajear a 
los 30.000 compañeros desaparecidos. 

Para que de esta manera aportemos al fortalecimiento de la memoria 
histórica, que permita que nunca, pero nunca más, nuestro pueblo tenga 
que sufrir como en aquellos años. Esta es nuestra historia, nuestra 
realidad, una innegable, que estará presente siempre.

Nosotros seremos como el viento, acariciando a nuestro paso, pero vamos a  
soplar fuerte cuando haga falta, generando tornados si fuera necesario. 
Porque nacimos con memoria, porque estamos comprometidos, porque sentimos 
el invierno que congelo miradas. Porque miles dejaron todo, para que tal 
vez hoy nosotros terminemos de escribir la hermosa historia que empezaron 
a esbozar hace 30 años. Hoy peleo, y lucho, con los 
ojos llenos de luz, porque tenemos una oportunidad de cambiar la 
historia...porque ahora es el momento para que Argentina sea un país 
digno, de pie, por el que lucha su pueblo. Por ser protagonistas de un 
hermoso futuro, un hermoso renacer, fortalecidos, y  con las
mochilas puesta de una historia que nos marco a fuego. 

Ana, siento tus pasos, tu lucha y tu resistencia, y eso me llena de 
alegría. Gracias por tu sonrisa...Sos una de las razones por la cual nunca 
bajo los brazos”.

Ariel Larim invita a Pablo Cincotta, Decano de la Facultad de Cs. 
Astronómicas y Geofísicas a decir unas palabras.

Pablo Cincotta

“Buenas tardes a todos, les agradezco haber venido, va a ser muy breve mi 
intervención, simplemente quería decir que este ámbito en el que 
habitualmente hacemos reuniones académicas, científicas, lo que estamos 
haciendo hoy no es un acto académico, no es un acto de banderías 
políticas; a iniciativa del Centro de Estudiantes de esta 
Facultad, la comunidad toda de esta Facultad rinde un homenaje a una 
alumna desaparecida el 30 de septiembre de 1976. Y en nombre de las 
autoridades de la Facultad me pareció atinado convocar para rendir este 
homenaje, al Prof. Osvaldo Ferrer, Vice Decano, pues hasta donde llega mi 
conocimiento fue una de las últimas personas de esta Casa que tuvo 
contacto con Ana antes de que ocurriera tan lamentable hecho.

Osvaldo Ferrer

Ana, el día en que te arrancaron de nuestro lado, tu presencia entre  
nosotros se agiganta. Qué decir que no se haya dicho ya sobre tu drama,  
nuestro drama, el de tus compañeros, nuestros compañeros. Si me permitís,  
Anita, voy a dedicarte hoy fragmentos de unas líneas que sé que habías 
leído y que también sé, siempre te hubiera gustado seguir escuchando, 
repitiendo y enseñando. Como sabés pertenecen al gran poeta Pablo Neruda, 
y aunque fueron escritas en otra época y en otro lugar, vienen hoy a 
testimoniar el valor de la memoria frente al ultraje y los crímenes del 
terrorismo de estado. 

Dice:
“Mi casa era llamada la casa de las flores, porque por todas partes  
estallaba en geranios. Era una bella casa, un perro y chiquitos, y una  
mañana todo estaba ardiendo, y una mañana las hogueras salían de la tierra  
devorando seres y desde entonces, fuego, pólvora, desde entonces y 
entonces, hambre. Bandidos con y con moros; bandidos con sortijas y 
duquesas; bandidos con frailes negros bendiciendo. Venían por el cielo a 
matar niños y por las calles la sangre de los niños corría simplemente 
como sangre de niños. Chacales que el chacal rechazaría, piedras de cardo 
seco como víboras que las víboras odiarán. Venid a ver la sangre por las 
calles, venid a ver la sangre por las calles.


Y hoy nuestro compromiso contigo, creo, Ana, es pensar y actuar en el 
mismo camino de tus sueños. Ya no alcanza con haber alcanzado esta 
democracia, chiquita, todavía pequeña; tenemos que ayudar a que ella 
crezca hasta que aprenda a caminar con paso seguro. La democracia hoy en 
esta parte del mundo, principalmente, tiene sentido si además de hacerse 
participativa, en lo que afortunadamente se está ocupando la gente, llega 
a madurar en políticas sociales, nacionales que luchen contra la 
desigualdad. Al ingreso hay que agregarle más educación, más salud, más 
justicia para todos.

Y que tu luz nos ilumine.

A continuación, Ariel leyó adhesiones de la Asamblea Permanente de los  
Derechos Humanos de La Plata; del Centro de Estudiantes de la Facultad de  
Periodismo y Comunicación Social de la UNLP; el Partido Comunista, 
Congreso extraordinario y la Federación Juvenil Comunista. Luego invitó a 
una Madre a decir unas palabras.

Edna, de Madres de Plaza de Mayo

Hace 30 años que iniciamos nuestra lucha en busca de la verdad, la justicia 
y la liberación de nuestros hijos, digo hijos invocando a todos los que no 
están. 

Estos jóvenes eran seres vivos, pensantes, luchadores en busca de una 
sociedad sana, solidaria donde impere la paz, pero los pensamientos y los 
proyectos de estos jóvenes molestaban a los señores que se creían dueños 
del mundo y de la impunidad...la dictadura militar (inaudible)...sus 
esbirros para secuestrar, asesinar y hacer desaparecer todas las pruebas 
de ese atroz momento que hemos pasado. Ana Teresa Diego fue una de las 
desaparecidas y hoy sus amigos, sus compañeros de estudio y de lucha 
queremos rendirle un homenaje a su memoria.

Para Ana Teresa y los 30.000 desaparecidos, presente. Para Ana Teresa y 
los 30.000 Desaparecidos, ahora y siempre.

Nora Ungaro: Quiero agradecerles porque ustedes la mantienen viva

Ariel presentó a Nora Ungaro “quien compartió momentos muy duros, muy 
fuertes con Ana; ella estuvo detenida, secuestrada con Ana durante la 
dictadura.”

“Ante todo disculpen pero realmente desde que entré acá me emocioné mucho,  
hace años que no pisaba esta Facultad cuando en algún momento la 
recorríamos a diario, porque yo estudié veterinaria y pasábamos por acá y 
con los chicos del Observatorio nos íbamos a Cs. Exactas. En momentos muy 
difíciles, cuando había algún momento de pico cuando los estudiantes 
éramos tocados, nos juntábamos en Exactas. Allí teníamos amistad con 
Chilo Zaragoza que hace poco se le ha hecho un homenaje, era un compañero 
que estudió Bioquímica y fue asesinado por la triple A.

Yo quisiera dirigir un poquito el mensaje hacia los jóvenes...hoy me  
presentabas con el cargo que tengo y no tiene ninguna importancia, yo soy 
Nora Ungaro, hermana de Horacio Ungaro víctima de la Noche de los Lápices, 
soy una ex detenida desaparecida... allá lo veo a Raúl, como un invitado 
más y es el Vicerrector de la Universidad y la primera vez
que hablamos lo primero que me dijo es que tenían una estudiante 
desaparecida; fue en la inauguración en Periodismo, de la cátedra de 
Estela Carlotto. 

En otra oportunidad los chicos del Centro del Observatorio se me acercaron 
y me dijeron que querían organizar un homenaje. A la mamá de Ana la conocí 
en casa pero a la hermana la conocí en 
el estudio de Jaime Bruk...(inaudible) un compañero militante de muchos 
años por los derechos humanos, de la Asamblea, un abogado al que 
recurríamos todos los jóvenes, teníamos tres o cuatro nombres para cuando 
nos pasaba algo y Jaime era uno de ellos. Y yo quiero agradecerles porque 
ustedes la mantienen viva y la mantienen viva en sus 21 años y estoy 
segura que a cada marcha que van, cada vez que pelean por el presupuesto 
o lo que ustedes consideran necesario, Ana está presente, 
está al lado de ustedes, porque piensen que ya han pasado 30 años y sus 
docentes, sus compañeros, no la olvidan.

¿Quién fue Ana? Ana fue una chica que estuvo a la altura de los 
acontecimientos como tantos otros jóvenes y ¿dónde nació Ana? Ana nació 
como nacimos muchos, en un hogar con un compromiso social, donde se nos 
enseñaba a valorar lo que teníamos para compartirlo con el otro y donde 
también se nos enseñó que para transformar la realidad
teníamos que pelear. Y recuerden esto: nosotros no nacimos a la vida ni 
para morir ni éramos traficantes de la muerte y sobretodo no éramos 
aventureros. Muchos empezamos adolescentes, prácticamente en la escuela 
secundaria. Vengo de una familia militante y empecé a militar desde muy 
chiquita, me faltaba un mes para cumplir los 13 años y la mayoría de los 
jóvenes también, ya venían con una actividad en la escuela secundaria,
en el Centro de Estudiantes. 

Y de toda esa generación, hablemos de Ana. Ana vino a
estudiar como vienen muchos jóvenes a lograr su porvenir, a luchar para 
ser profesionales, vino de Bahía Blanca. Y empieza a conocer a jóvenes que  
militaban en la Federación Juvenil Comunista (FJC). Hoy en día la palabra 
militante está tan desprestigiada para algunos y para otros militante es 
casi sinónimo de terrorista. Pero nuestra actividad nos llevó a 
preocuparnos porque teníamos que hablar y después decidir: ¡con uno solo 
no hacemos nada, acá hay que dar vuelta todo!. 

Entonces comenzamos en algún partido político, en alguna iglesia, en un 
barrio, donde a cada uno se lo convocara; esa fue la característica. Ana 
era igual que aquellos jóvenes, era una chica sensible muy solidaria, 
dulce pero muy firme en su carácter y en sus convicciones.

Nosotros ya veíamos que la mano venía muy mal, se hablaba de golpe y sin  
embargo seguimos adelante. Anita fue secuestrada con un chico que 
estudiaba medicina, a ella la secuestran el mismo día que me secuestran a 
mí, el 30 de septiembre. A mí me secuestran en 13 y 38 cuando había ido a 
buscar el documento de Daniel Rasero, que lo habían secuestrado en mi 
casa, se había quedado a dormir y lo secuestran con mi hermano. Fui a 
pedirle a su madre el documento de Daniel porque como sucedió en mi casa, 
mi mamá comenzó todos los trámites. Me secuestran y me traen a 1 y 60, a 
la noche nos trasladan y en ese traslado la tengo a Ana sentada al lado 
mío pero como no podíamos hablar no sabía que era Anita la que estaba 
sentada al lado mío; nos llevaron a lo que después sabríamos que era 
Arana, y no habíamos ni llegado cuando empezaron los golpes, las sesiones 
de picana eléctrica que pasaba todo el mundo…Y les digo una cosa: acá no 

hubo obediencia debida, acá hubo asesinos, hubo torturadores. Yo no 
encuentro una palabra para cuantificar.
Nos torturan a  Ana y a mí y había un médico que supervisaba (a ver todavía 
que no nos vayamos a morir por si todavía les interesaba algo) y nos dijo 
-tuvieron suerte chicas porque las ataron sino se rompen las 
articulaciones.

Porque la tortura es eso pero ustedes no piensen en la tortura, no piensen 
que uno la pasó, piensen que envilece el que la aplica, no al que la padece. 
Por eso es importante todo lo que ustedes hacen, y me dirijo a los jóvenes 
porque yo rescato cada uno de los militantes de estos chicos tan chicos que 
no vivieron eso, porque ustedes nacen a la política con una violencia detrás 
impresionante, saben que hubo 30.000 desaparecidos, que se han robado 
chicos, que han destruido a las familias; iban a buscar a un hermano, no lo 
encontraban y se llevaban al otro. Hubo un caso en el Barrio Seminario que 
asesinan a la abuela, porque al nieto que buscaban había ido a jugar al 
fútbol, y ella desesperada porque estaba la patota
adentro, cuando ve que él estaba llegando le grita para que se vaya y la 
matan adentro de su casa. Otro caso, un amigo mío, fue a comprar algo a un 
almacén y en ese momento lo vienen a buscar y asesinan al papá en la 
puerta de su casa.

Entonces, hemos vivido todo esto. ¿Y de qué sirve todo este dolor y todo 
esto tremendo?  Sirve para que construyamos una sociedad más justa, que vale 
la pena, piensen chicos que éramos jóvenes  como ustedes, piensen en Ana que 
la han dejado aquí con sus 21 años, la han condenado a morir a sus 21 años; 
ellos piensan que pudieron y cada uno de ustedes que
está acá sabe que NO pudieron. Piensen en ella como una compañera más, como 
la compañera más clara, la que se jugaba, con esa vocecita dulce y todo lo  
demás. Cuando estuvimos en el campo de concentración y nos reconocíamos 
quiénes éramos, después estuvimos en una celda con una profesora del 
Colegio Nacional, Angela López Martín, con
la Señora de Badel? (inaudible) que para nosotras fue bastante triste eso, 
porque sabíamos que el esposo y su cuñado, que trabajan en la policía 
bonaerense y eran militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo, a uno 
la habían asesinado y al otro lo tiraron
de un piso de Jefatura y en el diario había salido que se había querido 
suicidar. 

Ella tenía esperanza porque los habían separado, pero Ana y yo habíamos 
leído el diario pero obviamente no le dijimos nada.
Después nos trasladan a Quilmes, y en una celda que estábamos solas, en esos 
momentos tan terribles, nos tratábamos de acomodar y como no podíamos 
hablar, nos poníamos cabeza con cabeza y nos cantábamos canciones de la 
Guerra Civil Española en el oído para darnos ánimos, cosa que todos los 
jóvenes cantábamos y se los recomiendo. Y les cuento todo esto para decirles 
que si ella pudo en ese momento tan terrible cómo no iba a ser ahora una 
docente que hubiera estado al lado de ustedes defendiendo la educación 
pública. A nosotros nos quitaron los amigos, nos destrozaron la familia, 
pero el daño más grande fue a las generaciones venideras, porque muchos de 
los que hoy no están, estarían en algún lugar de decisión, dirigiendo un 
hospital o en una banca de diputados o senadores, estarían a la cabeza de un 
gremio, de un club de fomento. Piensen por un momento, sé que cuando abrimos 
el diario hay corrupción, coimas, fondos reservados... pero ¿ustedes se 
imaginan que quien fue capaz como Ana y muchos otros, de aunque sea tener 
esa  pequeña resistencia de cantar al oído de alguien para poder, aunque sea 
en eso le ganamos ¿piensan que aceptarían un sobre debajo de la mesa? 
Nosotros no sabíamos de droga o alcohol, no es
que no hubiera, pero pensábamos que íbamos a tomar la realidad y se la  
peleábamos todos los días como podíamos; hubo otros que tomaron pasos más 
adelantados de la lucha que hoy en día mucha gente los critica, bueno, 
habrá que analizarlo desde el punto de
vista de la historia, pero también pensemos que nosotros no empezamos esto, 
a nosotros nos venían a buscar y aparecíamos con 70 tiros, y así 
aparecieron docentes, gremialistas, estudiantes y también hay que 
comprender que alguien pensara ¡ a mí gratis no me llevan!


Es triste hablar de estas cosas, pero nosotros, los que hemos quedado 
estamos orgullosos de los compañeros que tuvimos, de la familia que 
tuvimos, y vale la pena, hay que participar y no tal vez necesariamente en 
algún partido político, pero comprométanse
porque la vida es eso, es compromiso y pelearla todos los días; el día de 
mañana siendo buenos docentes, si están estudiando compromiso con el 
lugar, sobre todo con el que necesita. Nosotros teníamos mucha alegría, el 
final nuestro fue esto pero también salíamos a bailar, a pintar paredes a 
la madrugada pero también salíamos a divertirnos, ni quiero pesar a qué 
altura usábamos la pollera porque me da vergüenza!

Es mentira si quieren contarles que éramos una generación poco menos que  
éramos robots. Y recuerden que acá no hubo perejiles, no hubo idiotas 
útiles y tampoco hubo
obediencia debida: hubo asesinos y por Ana y por todos los que faltan 
tenemos que luchar hasta que el último asesino, el que secuestró, el que 
torturó, lo civiles que apoyaron y ahora están desmemoriados, nadie sabe 
quién fue, paguen como tengan que pagar.

Tenemos que limpiar el país de esa gente, queremos renovar el oxígeno que 
estamos respirando.
Para terminar, les vuelvo a decir, llévenla a Ana en su corazón. Les 
agradezco tanto esto, porque Anita no pudo  tener hijos, no pudo formar su 
familia, pero quizás (inaudible) ...y están ustedes, y cuando hablé con 
Zaida y me dijo que se había emocionado que alguien la recordara. Y yo le 
conté que acá se acuerdan siempre de Ana, ahora fue la oportunidad por los 
30 años.

Les agradezco la invitación y Ana Diego y 30.000 compañeros 
detenidos-desaparecidos, presentes ahora y siempre!


Zaida Franz, la mamá

Estamos muy contentos de tenerla acá –continúa Ariel Larim- y hace un tiempo 
que queríamos ubicarla para que nos contara cómo era Ana, como persona, como 
mujer, para que nos cuente eso y otras cosas más. Entonces a quien vamos a 
presentar es a Zaida Franz, la madre de Ana Teresa Diego.

“La verdad es que yo pensaba decir muchas cosas y después de todo esto creo 
que me quedé muda, que casi no puedo hablar, primero y ante todo por las 
palabras que ustedes dijeron, las autoridades, los chicos que tocaron su 
música, la presencia de las Madres, de las
Abuelas, de Nora...ella dio un pantallazo bastante acertado de cómo era mi 
hija. 

Muy brevemente voy a contarles de ella, de su vida, de la vida de su 
familia, cómo era la familia, porque nosotros cuando nacemos, no es que 
nacemos de golpe y no tenemos un pasado, o sea cada uno de nosotros somos 
lo que fueron nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros antepasados. Y 
entre los antepasados de Ana, que ya fueron marcando su destino,
tuvo un abuelo que vino de Holanda, que llegó con su esposa y cuando llegó a 
este país, a su primer hijo le puso Liberto Germinal, porque consideró que 
este país era como la libertad que germinaba. Y ese hijo fue mi papá; mi 
padre quedó huérfano a los 9 años y deambuló por toda la Argentina, era 
una persona muy capaz, tenía principios muy profundos, cuando se casa, se 
va con ella y yo, que tenía 5 años, a Córdoba a buscar suerte, trabajo. A 
él le gustaba mucho la docencia, había hecho algunos años de secundaria y 
era autodidacta. 

Viendo en el campo la situación que encontraba en los hijos de los 
colonos, decidió dar clases y entonces iba a distintas granjas a dar 
clases a los chicos y también adultos que venían a mi casa en la noche.
Muy interesado en cómo se movía la gente de campo, se afilia a un partido 
-aún tengo los sobres- que se llamaba Unión Agraria. Tengo en mi memoria,  
cuando salimos en un sulky (¡tengo 78 años!) que en aquel entonces los 
partidos dominantes  eran muy bravos. Bueno ahora también, no?- y entonces 
salíamos en sulky a la noche a hacer
pegatinas para convocar a la gente a reuniones. Cuando nos vamos de Córdoba, 
lo tengo grabado en mi cerebro, la despedida que nos hicieron cantando La 
Internacional.

Esas cosas a uno se le graban para toda la vida y con el tiempo da sus 
frutos.
Antonio, el papá de Ana, era hijo de españoles, que también era de clase 
media, ambos trabajábamos y estudiábamos, hicimos nuestras carreras. Él 
ayudaba a su familia desde
los 15 años, estudió matemáticas y medio habíamos andado noviando. Cuando 
nos encontramos en Buenos Aires porque yo también estudié aquí Química, al 
año nos casamos. Siempre estudiando y trabajando. Al año nace Ana, el 5 de 
noviembre de 1954.
¿Cómo era Ana? Ana era (inaudible) imagínense el primer hijo, trabajando, 
estudiando, era una cosa medio extraño, era nuestro primer  bebé, la 
amábamos, era nuestra hija. ¿Y
cómo era? Era una criatura concentrada en sí misma, poco ruidosa, tranquila 
y yo recuerdo que cuando tendría tres meses, decía cosas…aa, u, ii, se 
se escuchaba  a sí misma. Detalles, perdónenme pero son cosas que hace a 
todo verdad? Luego se miraba sus
manos  y estaba horas moviendo los deditos; eso ya estaba marcando una 
cierta personalidad;  después fue creciendo, nos fuimos a  Bahía Blanca, el 
papá hizo su doctorado en Matemáticas, y fundamentalmente nos fuimos de 
Buenos Aires porque no había tanto contacto con los hijos, llegábamos tarde 
de trabajar. Fuimos justo cuando se creaba la Universidad Nacional del Sur. 

Allí sí estábamos todos juntos en la mesa. ¿Cómo éramos nosotros? Bueno, si 
veníamos de una familia que le daba tanta importancia al trabajo y al 
estudio, y nos habían dado tanta libertad tanto en lo religioso como en lo 
político, nosotros fuimos igual, le dábamos la oportunidad de hablar y de 
tomar sus decisiones.

El papá enferma, estaba enfermo del corazón, tenía 46 años; él estaba 
justamente bregando por la cuestión de la docencia de la matemática. 
Trabajaba también en investigación, en la Escuela dependiente de la 
Universidad …se divide en dos y unos estudian matemática tradicional y otros 
por la nueva (inaudible)…se quería mucho con su papá, eran muy parecidos, se 
pasaban horas hablando de matemáticas, explicándole; heredó del papá 
también, así como sus otros hijos, habilidad para el dibujo, dibujaba muy 
bien.

Cuando ella termina su secundario (inaudible)…vivíamos en un barrio 
universitario, le preguntamos qué iba a estudiar, entonces ella resuelve, 
porque las matemáticas no le gustaban, miren qué gracioso, resuelve estudiar 
astronomía.

Vengo yo acá, busco alguna pensión donde ella pudiera estar… Cuando era 
alumna ¿cómo era ella? Acá la describieron muy bien, era dura, firme, cuando 
estaba segura de algo, te aseguro que no la convencías de otra cosa, era 
risueña, tenía buen genio, había aprendido a ser solidaria, porque también 
lo mamaba, de mis abuelos, de la familia, todo eso se trae.
Bueno, ella viene acá, hace sus estudios, actúa en política y los demás ya 
lo dijo Nora, y bueno, pasó lo que pasó (inaudible)…Ana Platzeck, su 
hermana, como éramos amigos, me avisan que Ana desapareció, que no aparece. 

En ese momento nos reunimos un grupo de madres acá en La Plata, (inaudible) 
…nos juntábamos en Bahía Blanca con otros familiares e hicimos Familiares de 
Desaparecidos. Mientras tanto, el único lugar que podíamos …(inaudible)…era 
la Liga Argentina por los Derechos Humanos….
Y así con los familiares de desaparecidos nos fuimos juntando, era un grupo 
cada vez más grande, más grande, más grande; fue la única oposición que 
tuvieron los militares, que no se atrevieron a tocar a las Madres. Yo creo 
que el fenómeno nuestro, de nuestro país debe ser único. Porque madres, 
mujeres que no salían de su hogar, que estaban acostumbradas a ver la 
novelita de la tarde, a cuidar hijos, de pronto se levantan, se unen contra 
ese monstruo. Yo no voy a hablar de lo que hicieron porque no puedo hablar, 
me hace mucho daño y a ustedes también. Bueno, y ahí nos levantamos, todo el 
grupo de familias, de todas las provincias, y ahí estábamos, haciendo 
listas, escribiendo a gente del exterior. Es muy interesante eso que se 
formó; todo fue así, mucha lucha, saliendo a la calle, marchas, escribir 
cartas, golpear puertas (inaudible) Yo tengo carpetas de respuestas de las 
cartas que mandé, sacábamos solicitadas en los diarios que conseguíamos a 
veces que nos sacaran, por fin …(inaudible) La amargura, por supuesto, fue 
muy grande. 

Yo siempre hablé, no sólo de mi hija sino de los 30000 desaparecidos 
porque nosotros no hablamos de uno sino 
de todos…En un momento dado vino Alfonsín, hizo lo que pudo hacer, pero yo 
seguía con una amargura tan grande …me preguntaba por qué, qué pasa… yo 
estaba en el jardín, con la radio portátil y en ese momento escucho que todo 
el país se levantaba contra los militares, entonces sentí un gran alivio 
¡Ah! de algo sirvió todo esto, para que este pueblo que hasta ese momento 
era “no te metas”, “yo, argentino”, “responsable”, “yo soy apolítico”, algo 
pasaba, se levantó y dijo presente. En ese momento descansé tranquila, que 
la sangre derramada de tantos chicos sirvió para algo.

Entonces, ahora el presente; pasaron muchos años, yo sigo contando, a veces, 
cosas del pasado, lo siento indispensable (inaudible) tenemos que mirar al 
futuro y ahí les digo a los chicos: saben las cosas que se vivieron acá, en 
ustedes está el futuro, en su solidaridad, en comprometerse, no en el “no te 
metas”, pero en paz, en armonía. Cuando hablo con los chicos les digo que 
primero hay que respetarse y amarse uno mismo y de la misma manera hay que 
respetar al otro; voy a respetar también a la tierra, la voy a respetar y 
amar, yo vivo acá, esta es mi familia, éste es mi mundo. Cuando cada uno de 
nosotros piense así, esto va a cambiar y no más a la violencia porque la 
violencia trae violencia. A medida que pasa el tiempo y voy conociendo la 
reacción de mucha gente, mi esperanza es cada vez mayor. Porque el tema no 
está solamente en la Argentina, el planeta, el ser humano, depende de cada 
uno de nosotros, de la labor que desempeñemos. Comprometámonos con el 
barrio, ayudando a una escuela, a una biblioteca, siendo solidarios, esas 
pequeñas cosas son las que después (inaudible) si yo voté a alguien por una 
plataforma que me interesó, decirle ¡cuidado, eh? Que somos muchos los que 
te votamos (inaudible)…a ustedes los jóvenes les digo que esto va a cambiar 
gracias a ustedes, nosotras ya estamos viejas…por eso muchachos les digo de 
corazón: Gracias.

PLACA EN MEMORIA DE ANA DIEGO

Luego de escuchar a quienes recordaron a Ana Diego, todos nos dirigimos al 
patio del edificio central a descubrir una placa en su homenaje. Zaida, la 
madre y Marina, la presidente del Centro, la descubrieron acompañadas de un 
extenso aplauso.

Ana Teresa Diego.
30 de septiembre de 1976.

Zaida dijo que aquí “está el nombre de Ana pero todos sabemos que acá está 
el nombre de 30.000 desaparecidos.”
Luego, un estudiante repitió tres veces la consigna de estos años y todos 
dijimos ¡Por 30000 compañeros desaparecidos! -¡Presente! ¡Hoy! -¡y siempre!


“ME ENCANTÓ LO QUE DIJERON LOS CHICOS”

Al finalizar el homenaje a la hija, dialogamos con Zaida Franz, con esta 
mujer que lleva su pañuelo blanco, como tantas Madres y tiene consigo el 
empuje de una joven.

-¿Cuál es su presente Zaida, qué hace, qué le gusta?

Hago lo que vengo haciendo diría, de siempre, que es participar; siempre he 
participado en cooperativas, en sociedades de fomento, brindando un poco a 
la sociedad, eso que recién les decía a los chicos, en participar y tratar 
de mejorar la manera de vivir. No esperemos todo del estado, no, no, 
nosotros movernos. movernos. Tengo experiencias hermosas en cuanto a eso. 
Estoy viviendo en un lugar muy hermoso pequeño, estoy viviendo sola, se 
llama Villa Ventana. De entrada entré en la Sociedad de Fomento y las cosas 
que conseguimos tres o cuatro personas, no lo podés creer! Y de eso hace 15 
años.

Cuando fui a Bahía Blanca tuve que dejar de trabajar, tenía los chicos 
chiquitos, entonces ¿qué hice? puse un negocio de productos dietéticos 
porque como era química, me interesaba todo lo relacionado con las comidas. 
También me invitaron a una cooperativa bancaria cuando fallece Antonio. Pasó 
el tiempo, luego me volví a casar y me fui a vivir a Villa Ventana, es 
hermoso, ¿viste cuando uno dice este es mi lugar? Ese es mi lugar, lo 
encontré, tanto es así que conseguimos hacer un galpón para los bomberos, 
conseguimos una “chatarra” un camión para autobomba que estaba deshecho y 
gracias a la colaboración de los vecinos si la ves hoy decís que no puede 
ser! Siempre con la buena voluntad. Cuando uno trabaja y la gente ve que 
trabajas, cuando vas a pedir una ventana o una bolsa de cemento te lo da.
Bueno, esa es mi vida actual, tengo una hija, Alejandra Isabel, que vive en 
Posadas y que no pudo venir, pobre, porque fue todo apresurado; ella es 
antropóloga social, terminó su carrera allá en Misiones, porque ella justo 
ingresó cuando terminaba el Proceso, estaba deshecha la Universidad, no 
había profesores.

Mi hijo se fue a España, ahí aprendió la técnica de alfarería, es un 
verdadero artista. Ahora vive en Médanos y da clases en la Escuela de Arte 
de allí. Uno de sus hijos, Juan Ignacio, me acompañó hoy. Mi hijo se llama 
Daniel Antonio.

Mis otros nietos son Adara, Ivo y el más pequeñín se llama Febo. De parte de 
mi hija tengo dos nietos: Eliana y Mariela. Somos una familia unida, nos 
llevamos bien, nos queremos, y esa es la vida.

-¿Y desde el viernes pasado que la ubicaron hasta hoy lunes, día del 
homenaje?

Ay nena! Qué te parece, empecé a buscar cosas de Ani, a ver…también hay 
una cosa: yo actúo también en una escuela que se llama de alternancia, 
hay 22 en la provincia de Buenos Aires; van chicos de campo, están 
durante la semana como internados, con doble escolaridad y con estudio 
intensivo. El resto del trabajo lo hacen en su casa, los profesores van, 
supervisan. Es muy bueno; yo integro una Comisión de padres y vecinos que 
se encarga de desarrollo local, de problemas como el del agua. Bueno, y 
como te decía, el 22 de marzo  di una charla a los chicos, hablé con el 
profesor, los conozco a todos, y le dije
-si vos querés, yo tengo una hija desaparecida, puedo charlar algo 
sobre el  Golpe con los chicos.
Hablé una hora y medio y van a hacer un video con la vida de Ani y un 
poco la mía. Ellos..es lindo, lindo, tienen unos 16, 17 años.

-¿Hace mucho que no venía a La Plata?

Sí, hace mucho porque ya con mis años, me cuesta un poco manejar mis 
huesitos y si voy a algún lado me voy a Posadas a ver a mi hija, pero 
bueno, acá viven los Nuñez, El Dr. Ovidio Nuñez, un biólogo muy conocido;  
el hijo de él es quien tocó el clarinete y todos sus hijos eran amigos 
con mis hijos.
Esa es un poco mi vida y el mensaje que siempre les doy a los chicos, 
por eso me gusta trabajar tanto con los chicos. Porque ellos son, no hay 
otra.
 
Alguna gente de otra época está endurecida, la crítica sin perspectiva de 
futuro para cambiarlo no sirve de nada; hoy me encantó, me encantó lo 
que dijeron los chicos, era como que yo lo estuviera diciendo.

“EL COMPROMISO ME VIENE DE LA CUNA”
Diálogo con Nora Ungaro

-Tu mensaje fue muy directo a los jóvenes…
El trabajo hoy, desde la función pública, lo tomo como un puesto más de 
militancia y es trabajar por los derechos sociales; todavía el 
compromiso con quienes no están que dieron la vida por la justicia 
social, por una patria socialista o como cada uno la llamara. Todavía 
falta mucho, tenemos 
que derrotar definitivamente a la pobreza para que todos los chicos 
tengan la posibilidad de estudiar, para que los padres tengan un salario 
digno. Ese va a ser el día de reconocimiento para los que no están. 

Pienso que se abre una pequeña lucecita, ahora sí tenemos una segunda 
oportunidad y ahora sí tenemos que derrotar a este sistema
de desigualdad social. La diferencia es que a los chicos de la villa 
los asesina el “paco” y en las clases alta, la “blanca”. Teneque
luchar para que los jóvenes no vayan por el camino de la derrota, del 
del suicidio, de esa violencia entre pares...ese es el desafio.

De ese compromiso que a mí me viene 
desde la cuna, una historia parecida a la de Ana, abuelos inmigrantes 
anarquistas, sus hijos profesionales como mi papá y sus hermanos; esos 
hijos podían llegar a la Universidad; ahora vemos que hay docentes que no 
pueden sostener a un hijo en la universidad. Eso nos falta y lo tenemos que 
lograr democráticamente.

----------------------------------------------------------------------
Está permitida la reproducción total o parcial del material publicado 
en el Boletín de Noticias de la Facultad de Cs. Astronómicas y Geofísicas
sólo si se cita la fuente.
----------------------------------------------------------------------

Números anteriores de este boletín en
http://www.fcaglp.unlp.edu.ar/extension/noticias

-----------------------------------------------------------------------
    O  F   I  C  I  N  A     D  E      P  R  E  N  S  A
-----------------------------------------------------------------------
S E C R E T A R I A  D E  E X T E N S I O N  U N I V E R S I T A R I A
F a c u l t a d  d e  C i e n c i a s  A s t r o n ó m i c a s  y
G e o f í s i c a s
U n i v e r s i d a d   N a c i o n a l  d e  L a  P l a t a
Observatorio Astronómico  Tel: 54-221-4236593/94 Fax: 54-221-4236591
Paseo del Bosque s/n - B1900FWA     La Plata, Argentina
extension en fcaglp.unlp.edu.ar
http://www.fcaglp.unlp.edu.ar
------------------------------------------------------------------------